Entre las causas más frecuentes se pueden encontrar:
- Problemas de audición, visuales, motoras y sensoriales.
- Problemas de lenguaje
- Problemas conductuales
- Problemas de Aprendizaje
- Problemas de Atención (TDA)
- Problemas emocionales
- Un problema de Ansiedad y / o Depresión
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, estos son los porcentajes de los problemas que suelen desembocar en un bajo rendimiento escolar:
- Problemas de audición 5%
- Problemas de la vista 6%
- Problemas de lenguaje 6%
- Problemas de Atención entre el 10% y 12%
- Problemas de Aprendizaje entre el 6 % y 8%
Los niños con bajo rendimiento escolar pueden tener perfiles muy diferentes:
- Los hay muy trabajadores aunque no les resulta productivo.
- Los hay pasivos, por la desmotivación y baja autoestima
- Los que no terminan de integrarse en las dinámicas de clase por problemas de adaptación
- Los que entran en conflictos con facilidad
- Los que se les ve ausentes casi todo el tiempo, preocupados e hipervigilantes.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
¿Qué hacer si mi hijo tiene bajo rendimiento escolar?
El primer paso para solucionar el bajo rendimiento escolar es determinar su origen y enriquecer el ambiente en el que se desarrola el niño para mejorar los resultados escolares.
Cuando ya ha sido reconocido el origen del problema, se puede recompensar mediante el elogio y / o reconocimiento de los esfuerzos del niño, no sólo el resultado final, hay que adecuar las metas y nuestras expectativas a sus capacidades. Es muy importante cuidar el exceso de recompensas materiales.
Además, se debe enseñar la autodisciplina, estableciendo límites precisos y expectativas claras, guiándolo en sus tareas escolares, no haciéndosela, supervisando no controlando. Se fomentará la pasión por el aprendizaje, mostrando interés por sus trabajos, ofreciéndole nueva información, acudiendo con él a museos, bibliotecas, navegar con él por internet, etcétera.
Algo primordial es enseñarle a tolerar la frustración y el fracaso a través de nuestro ejemplo y ayudarle a que lo vean como una posibilidad de crecimiento.
No olvides auxiliarlo para desarrollar motivación y autocontrol les permitirá resistirse a los impulsos internos y a las tentaciones externas .siendo capaces de retrasar la gratificación y frustración. Una de las formas más efectivas para enseñar el autocontrol y la motivación es enseñar a los niños a descomponer una tarea en pequeños pasos, ya que los niños con bajo rendimiento escolar pueden agobiarse y desalentarse rápidamente frente a una tarea que les resulta difícil, aplazándola continuamente e incluso no realizándola.
Otra forma de aumentar la motivación interna es enseñar a tu hijo a evaluar su actuación y sus progresos. Puedes solicitar a tu hijo que califique su trabajo y su rendimiento en una escala del 1 al 10, para que él pueda ver su desempeño y qué debe mejorar.
Como vemos el rendimiento escolar no depende exclusivamente de la capacidad intelectual de nuestros hijos. Los padres tenemos un papel activo en el desarrollo del mismo y debemos ayudarles hacerles frente a las dificultades escolares, para esto es importante que conozcamos la o las causas que pueden estar interfiriendo con su rendimiento y así poderles dar solución.
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