Es decir, cuando el adulto está con el menor de edad en la misma casa, incluso en la misma habitación, pero no están vinculados con ellos. Están físicamente allí pero su mente, emociones y atención están en otro lugar.
Crianza próxima, la clave
Para evitar el abandono psicológico o próximo, se recomienda comenzar con la crianza próxima, que viene de la palabra proximidad, la cual significa cercanía, confianza o poner nula distancia entre dos personas. En pocas palabras significa: estar cerca del otro.
De esta manera, es necesario darle tiempo de calidad a tu hijo. No se trata de que estés día y noche con él o ella, sino que te mantengas cercano emocionalmente:
1.Míralo a los ojos: La mirada denota interés en la otra persona.
2. Ten una escucha activa: No importa si tu pequeño te cuenta la misma película o historia. ¡Siempre ponle atención!
3. Fomenta un diálogo: Aunque tu pequeño esté comenzando a hablar, dile que lo comprendes, que lo apoyas y que entiendes perfectamente lo que te quiere decir.
4. Dedícale tiempo a sus intereses: Si tu crío quiere jugar, correr, pintar, bailar o ver una película, participa en ello. No lo dejes solo, “abandonado” en su actividad.
5. Explícale que hay tiempo para todo: Indícale que tú tienes un trabajo y que durante ese tiempo no pueden hacer actividades juntos, pero que cuando termines “tendrás tiempo para él o ella”.
6. Involúcralo en tus deberes: Si tienes que cocinar, ponle una tarea para que la haga de acuerdo a su edad: que aplaste la masa, que bata un huevo, que corte con las manos el jamón, por ejemplo. Si tienes que hacer una labor doméstica, dale un trapito para que “limpie”. El objetivo es pasar tiempo juntos y durante esos momentos platiquen.
7. Asígnale tareas: A veces el ocio es el enemigo más grande de los niños, por eso, dale tareas: acomodar los libros, sacar la basura, regar las macetas, acomodar las servilletas. Recuerda que no importa cómo lo haga, el objetivo es que él se sienta parte de la familia.
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Si tu hijo siente cierto abandono ¿qué hacer?
En caso de que tu hijo ya sienta algún grado de abandono puesto que te está rechazando, no quiere platicar contigo o sientes que no confía en ti, no te asustes, sí hay solución.
“Algunos padres son inaccesibles para sus hijos, están desconectados de lo que les pasa, de sus miedos, inquietudes, necesidades y sueños. Por ello, lo primero que se tiene que hacer es hablar de lo que está ocurriendo, llegar a acuerdos y si no se cumplen, entonces es necesario tomar terapia psicológica que ayude a los padres a involucrase, para que los menores de edad crezcan sin miedos, enojos o tristezas”, indica Maricela Fonseca Analco, maestra en Orientación Familiar y directora en Consultorio de Atención Integral, quien afirma que cada caso se trata de forma individual, porque las circunstancias son distintas en cada familia.
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