Ante esta situación, expertos en atención y en cómo prevenir abuso sexual, han desarrollado recursos para ayudar a las infancias a identificar ciertas señales de riesgo.
Denise Meade Gaudry, perito en psicología forense, especialista en violencia familiar y de género, abuso sexual infantil y en procesamiento del trauma nos explica:
“Los niños y niñas no saben que puede existir el abuso, tampoco saben cómo luce un abusador y si ello que está pasando es bueno o malo. Incluso, para algunos adultos tampoco les es fácil protegerse frente a las agresiones sexuales”
Las 4R que previenen el abuso sexual infantil
De acuerdo con Meade Gaudry, entrevistada en exclusiva para bbmundo, a fin de darle herramientas a las infancias contra el abuso sexual, no se necesitan grandes teorías o visitas con el psicólogo, lo más importante es:
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
«Educar a los niños y niñas de acuerdo con su edad y madurez, respecto de las partes de sus cuerpo, de sus derechos a una vida sin violencia y del autocuidado que deben tener tanto en espacios públicos como en privados”.
Una de las herramientas más sencillas para que los niños puedan identificar y alejarse del abuso sexual es el método de las 4R y hablarlas con los niños en diferentes momentos y contextos.
Enseña a los niños a entender estos conceptos:
- Recordar que mi cuerpo es muy valioso, lo cuido, lo valoro y no permito que sea agredido. Incluso, yo mismo debo cuidarlo y no exponerlo a accidentes o momentos riesgosos
- Reconocer cuando está ocurriendo “algo” que no me hace sentir bien, que me molesta, que me da desagrado o que me inquieta. Reconozco que no me gusta cómo me abraza cierta persona, cómo me mira él o ella, o cómo juega esa amigo, pariente o desconocido conmigo.
- Rechazar la situación. Es decir, al reconocer que no me gusta cómo me siento, lo rechazo y no lo acepto. Enseguida puedo hacer varias acciones para no seguir con ello: salir del lugar, terminar con ese juego, gritar, llorar y procura ponerme a salvo de lo que estoy rechazando.
- Reportar a un adulto, lo que viví, sentí o percibí. Ese adulto puede ser mis padres, mis abuelos, un maestro o cualquier otro adulto al que le tenga confianza. Cuando le diga a ese adulto, él lo podrá resolver o si no lo hace, puedo pedirle apoyo a otro adulto.
Para finalizar, Meade Gaudry, invita a los padres y tutores a tener una escucha activa frente a situación de riesgo infantil y también cuenta que:
“Las infancias siempre van a decir la verdad frente a una posible situación de abuso, por ello, debemos escucharlas, entenderlas y evitar juicios de valor frente a lo que nos están confiando”