Las 7 reglas que son la brújula para padres conscientes
1. Transformar las heridas de tu infancia:
Para criar de manera consciente, es esencial sanar las heridas de nuestra propia infancia. Reflexionar sobre cómo fuimos tratados, lo que más disfrutamos y lo más doloroso nos ayudará a identificar patrones. Al tomar conciencia de lo que debe transformarse, se abre la puerta a una crianza más amorosa y compasiva.
Ejemplo: Cuando me enfrento a un desborde emocional de mi hijo y pierdo el control, detengo el momento y me hago tres preguntas: ¿Por qué actué así con mi hijo? ¿Dónde aprendí esto en mi infancia? ¿Cómo puedo cambiar mi perspectiva ante esta situación? Así, puedo comenzar a identificar y sanar mis heridas de la infancia.
2. Tu mejor proyecto eres tú:
Los padres conscientes empiezan por cuidar su mente. Una madre agotada es más propensa a la irritabilidad y la pérdida de control. Crear un espacio de calma, donde puedas liberar emociones y reflexionar, te permite recargar energías y volver a la crianza con renovada fuerza.
Herramienta sugerida: «El rincón de la calma» es un espacio físico o área designada en tu hogar que puede ser una valiosa incorporación para ayudar a liberar emociones y recuperar el equilibrio emocional. Puede estar equipado con elementos que te ayuden a encontrar la tranquilidad, como música suave, incienso, velas aromáticas o cualquier objeto que te haga sentir cómoda y relajada. Este espacio está diseñado para ser un refugio donde puedes retirarte cuando sientes la necesidad de recobrar la calma y la serenidad.
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3. Conocer las etapas de desarrollo:
Comprender las etapas de crecimiento de nuestros hijos nos brinda perspectiva y paciencia. Por ejemplo, seguramente has escuchado sobre los «terribles dos», que son parte de un proceso evolutivo natural. Acompañar estas etapas con amor y conciencia es esencial para una crianza efectiva.
4. Rutinas sanas:
Establecer rutinas saludables en la alimentación, higiene y sueño beneficia tanto a los niños como a los padres. Una rutina bien establecida brinda un ambiente predecible y proporciona tiempo para que papá y mamá cuiden de ells, lo que llamamos «horas poderosas».
5. Ser coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos:
La coherencia emocional es la base de una crianza consciente. Los niños aprenden más a través de la observación y la imitación que de las palabras. Es vital que como padres, reflejemos en nuestras acciones lo que enseñamos con nuestras palabras.
6. Reconocer, respetar y no reprimir las emociones de nuestros hijos:
Nombrar y validar las emociones de nuestros hijos, y enseñarles a hacerlo por ellos también, es esencial para su desarrollo emocional y autoestima. Permitirles experimentar las emociones sin juicio es un valioso regalo que les damos.
Herramienta sugerida: Una tabla de las emociones con imágenes que ilustren los distintos estados de ánimo para que los niños las identifiquen, puede ser una excelente herramienta para ayudar a los niños a reconocer y expresar sus emociones.
7. No ayudarles si no es necesario:
Fomentar la autonomía en los niños es crucial. Respetar sus tiempos y capacidades promueve su autoestima y confianza en sí mismos. Siguiendo esta regla básica del método Montessori, les brindamos la oportunidad de aprender y crecer a su propio ritmo.