fbpx

,

Síndrome del impostor en la maternidad

/

Aprende a lidiar con esa voz que te dice que no eres suficiente.

sindrome del impostor

Querida yo: deja de dudar de ti (y pon a Doña Gertrudis en mute)

Si alguna vez has sentido que no eres lo suficientemente buena, que te falta preparación o que en cualquier momento alguien descubrirá que no tienes idea de lo que haces… ¡Bienvenida al club! Esa voz que te dice que no mereces tus logros, que solo tuviste suerte, que los demás saben más que tú… casi todas la hemos escuchado. Y si te sirve de consuelo, yo la oigo MUCHO.

La voz malvada de Doña Gertrudis:

Hablemos del síndrome del impostor… Imagina que es como un Pepe Grillo, pero malvado. La típica señora que siempre tiene un comentario incómodo y condescendiente, que opina sin que se lo pidan. Esa que, con un susurro malintencionado, te dice: “No tienes idea de lo que haces”, “seguro fue suerte”, “no eres tan buena como piensas”.

Esa voz existe, y para hacerla más tangible, la llamaremos… ¡Doña Gertrudis!

Por si no tienes del todo claro a qué me refiero, déjame explicarlo mejor. El síndrome del impostor es un fenómeno psicológico que experimentamos la mayoría de las personas (hombres y mujeres), y se caracteriza por la sensación de no merecer nuestros logros. Es esa creencia de que, en cualquier momento, alguien descubrirá que no eres tan buena en lo que haces. Que tus éxitos no son tuyos, sino pura casualidad. Que no eres suficiente. Y lo peor es que, aunque tengas pruebas de lo contrario, Doña Gertru insistirá en que probablemente todo ha sido un golpe de suerte.

Te puede interesar: El hábito de no elegirme

¿Qué tan común es esto?

Si pensabas que eras la única sintiéndose así, te tengo noticias: el 70% de las personas han experimentado el síndrome del impostor en algún momento de su vida, según un estudio del International Journal of Behavioral Science. O sea, si estuviéramos en una fila larga en el súper, 7 de cada 10 personas a nuestro alrededor estarían lidiando con lo mismo, y Doña Gertrudis seguramente estaría susurrando en sus oídos también.

No sé si te pasa igual, pero cuando hay algo que me afecta y entiendo que no soy la única, ese “sufrimiento” se hace más ligero. No desaparece, pero sin duda se vuelve más llevadero y menos pesado. Así que espero que puedas sentirte al menos un poco aliviada al saber que hay muchas personas que dudan de sí mismas.



imgLibro

Shhh… La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir

Shhh... La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir Shhh... La guía definitiva para enseñarle a tu bebé a dormir

¿Cómo se experimenta el síndrome del impostor?

  1. Miedo a ser descubierta como un fraude.
  2. Duda constante de tus propias habilidades.
  3. Creer que tus logros han sido cuestión de suerte.
  4. Sentir que nunca es suficientemente bueno lo que haces.
  5. Compararte con otras personas y pensar que, a diferencia de ti, ellos sí merecen lo que han logrado.
  6. Cuestionar mucho tus propias decisiones y sentirte insegura al tomarlas.

No todo es malo… ¿Cómo podemos combatirlo?

El síndrome del impostor no es algo que se pueda “curar”, pero sí podemos aprender a manejarlo. Todo empieza con el autoconocimiento y la capacidad de reconocer cuando la voz de Doña Gertrudis intenta invadir nuestros pensamientos. Además, aquí te comparto algunas estrategias que pueden ayudarte:

  • Normaliza la voz de Doña Gertrudis: Cuando aparezca, recuerda que no es solo tu problema. Hasta las personas más exitosas han lidiado con ella (sí, hasta Shakira).
  • Cree en ti (aunque ella diga lo contrario): Nadie hace lo que tú haces de la forma en que tú lo haces. Sí, hay muchas personas haciendo cosas similares, pero no con tu historia, tu estilo y tu forma de ver el mundo.
  • Celebra tu camino: No compares tu inicio con la mitad del camino de alguien más. Doña Gertrudis ama hacer comparaciones injustas. No le des el gusto.
  • Bye perfeccionismo: Better done than perfect. Cada vez que dudes, hazlo de todas formas. Intenta no pensar de más y actúa.

Amiga, la próxima vez que Doña Gertrudis aparezca con sus comentarios venenosos, haz lo siguiente: déjala en mute. No la escuches. No le des poder.

Y si aún dudas, recuerda esto: ERES suficiente. ERES capaz. Y ERES más fuerte de lo que crees.

Ahora, ve y haz eso que tanto miedo te da. Que Doña Gertrudis grite lo que quiera… porque tú ya aprendiste a ignorarla.

Comparte esta nota

Más sobre este tema
,

Qué te pareció esta nota

5 / 5. 1

TAGS: