Es vital destacar el poder de las palabras y el apoyo emocional que nuestras madres nos brindan, especialmente en momentos críticos de nuestras vidas. Las palabras maternas resuenan en nuestras mentes por siempre.
Al tomar la historia de Thomas Edison como ejemplo, resaltamos la importancia de la figura materna; después de que rechazaran a su hijo en la escuela, su madre siempre lo impulsó a confiar en sí mismo, lo que lo llevó a convertirse en el brillante creador de la bombilla.
Uno de los grandes aprendizajes que mi madre ha dejado en mi hermana y en mí es la resiliencia frente a las adversidades. Recientemente, para comprender más a profundidad la historia de vida de mi madre y cómo fue criada, grabé un episodio con ella sobre sus experiencias de vida. Esta entrevista resultó terapéutica para ambas y confirmó la importancia de su presencia en mi vida.
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A continuación, te comparto tres reglas de oro que como madres podemos aplicar en la crianza de nuestros hijos para ser su motivación y fortaleza:
1. Empatía y Comprensión: Criar conscientemente implica comprender las experiencias y desafíos únicos de cada hijo, respondiendo con empatía y apoyo en tiempos difíciles.
Ejemplo: En lugar de juzgar rápidamente las acciones de nuestros hijos, tratemos de entender el contexto y sus emociones para responder con empatía.
2. Fomentar la Autoconfianza: Como mamás conscientes, debemos promover la autoconfianza en nuestros hijos, recordándoles su valía y capacidad para superar obstáculos.
Ejemplo: En vez de decir «no eres bueno en esto», podemos afirmar «todos enfrentamos desafíos, pero confío en que puedes superarlos».
3. Cultivar la Resiliencia: Las madres conscientes guían a sus hijos a través de desafíos, enseñándoles a aprender y crecer a partir de experiencias difíciles.
Ejemplo: Permitamos a nuestros hijos enfrentar desafíos con nuestro apoyo, enseñándoles a superar obstáculos.
«Saltando» el corto de Pixar que le enseña a los niños a superar las adversidades
En conclusión. La luz de la bombilla de Edison iluminó al mundo, pero fue la luz de la determinación, encendida por su madre en momentos oscuros, la que marcó el camino hacia el éxito.
En la crianza consciente, las madres no solo son guías en los triunfos, son faros en los momentos de reto, mostrando a sus hijos que, aunque otros apaguen su luz, siempre hay una llama interior que puede brillar con fuerza, iluminando un camino lleno de posibilidades.