Crédito: STOCK
En los 80s las madres tenían una mentalidad más estructurada y tradicional en contraste con las prácticas de crianza más flexibles de las mamás millennials,El conocimiento disponible, la influencia social, las “modas pediátricas”, las necesidades familiares y sociales definen cómo ha cambiado la crianza.
¿Cómo ha cambiado la crianza?
Sofía Díaz Pizarro, neurocoach y especialista en transformación personal explica que en una sociedad en constante evolución, es natural que los hábitos de crianza también cambien a lo largo de las décadas.
El conocimiento disponible, la influencia social, las “modas pediátricas” y las necesidades familiares y sociales han moldeado la manera en que las madres educan a sus hijos.
Sin embargo, algo está claro: las mamás de todas las épocas aman profundamente a sus hijos y han buscado siempre lo mejor para su crianza.
En tiempos recientes hemos presenciado un cambio notable en la sensibilidad de las mamás hacia el bienestar emocional y físico de sus hijos.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
En contraste con generaciones anteriores, las Mamás millennials están más informadas y son más conscientes de las necesidades individuales de sus hijos, lo que se refleja en una crianza más compasiva y centrada en el amor.
La escritora del libro, Repetir o Reescribir, señala que explorar el pasado nos ofrece una perspectiva invaluable sobre cómo se moldearon las dinámicas familiares que aún perduran.
A menudo, las mamás de los 80s siguieron pautas establecidas por la sociedad de esa época, enfocadas en la disciplina y la obediencia como valores primordiales. No obstante, es esencial reconocer que estas madres amaban profundamente a sus hijos y deseaban lo mejor para ellos dentro de su contexto cultural y social.
Te recomendamos leer: ¿Por qué tu hijo sólo te obedece a gritos?
Un extracto de una revista de 1979 revela consejos de crianza que abarcaban normas de etiqueta y comportamiento socialmente aceptables.
Estos reflejan una mentalidad más estructurada y tradicional en contraste con las prácticas de crianza actuales, más flexibles y centradas en el bienestar emocional.
Por otro lado, las Mamás millennials enfrentan un contexto social y tecnológico radicalmente distinto, por ejemplo:
- El uso extendido de teléfonos inteligentes, redes sociales y aplicaciones móviles
- La tecnología les ayuda a tener acceso a más información y desinformación sobre crianza, salud infantil y desarrollo emocional
- Toma de decisiones más fundamentadas y buscar apoyo en línea con mayor facilidad
Además, las Mamás millennials desafían los roles de género convencionales y buscan un equilibrio entre la vida laboral y familiar.
Ser mujeres más involucradas en lo laboral ha fomentado una colaboración que busca la igualdad entre padres y madres.
Este análisis invita a reflexionar sobre qué aspectos de la crianza deseamos conservar y cuáles modificar en nuestras propias experiencias como madres.
Paternidades invisibles: no cambian pañal, no se involucran… ¿no los dejamos existir?
