Free Fire es un juego en línea donde hay batallas en partidas cortas, como de 10 minutos. También tiene la capacidad de crear personajes únicos, lo que hace que sea fácil mentir en ciertos aspectos.
Incluso, hace años un reportaje del New York Times explicaba que los pedófilos y depredadores sexuales veían los videojuegos como punto de acceso fácil a las vidas de los adolescentes. Y es que, la forma más sencilla es: conocerlos en línea y haciendo conexiones virtuales donde pueden crearse personajes falsos.
El videojuego con más casos de acoso y pedofilia
Si bien es cierto que existen comunidades «sanas» en línea, en el videojuego Free Fire también hay personas que buscan la forma de llegar a niños y adolescentes y lo hacen de la siguiente manera:
Empiezan con pláticas normales, como si fueran niños y hablan sobre estrategia, personajes, ciertas herramientas extra para ser más «exitosos» en las partidas. Cuando notan que tienen algún nivel de confianza, comienzan a pedir datos como región donde viven, a qué escuela van, si practican algún deporte, con quién viven, su teléfono, redes sociales, etc.
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A medida que van ganando esta información, entran en acción los verdaderos pedófilos, porque es cuando piden imágenes de la casa, de la familia, de los niños o adolescentes. Más tarde, a cambio de trucos, tips, e incluso bonus extra, llegan a pedir imágenes o videos sexualmente explícitos, que luego usan como chantaje para obtener más imágenes.
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Incluso, se explicó en el mismo reportaje del New York Times que los departamentos de policía de ciertas regiones de Estados Unidos llevaban a cabo operaciones encubierta para atrapar a pedófilos buscaban víctimas en juegos en línea y salas de chat. Sí se lograron múltiples arrestos.
No sólo en un juego como Free Fire se puede experimentar esto, también en cualquier juego en línea que tenga acceso a chats en vivo y comunidad.
Un caso de 2023
En 2023, el diario Panorama contaba que había un caso de acoso en el juego en línea Free Fire y lo que hacia era que utilizaba un nombre falso para acercarse a las menores de edad y se hacía llamar ‘El mejor amigo’.
Luego buscaba ponerse en contacto con niñas y adolescentes de entre 8 y 16 años de edad y siguiendo el patrón antes mencionado, las convencía para que enviaran contenido sexual a través del juego. Si no obtenía lo que solicitaba, comenzaba el chantaje y la manipulación.
Lo anterior fue denunciado y el acosador cibernético a menores de edad José Hernández Cerruche fue sentenciado por la Fiscalía de Ciberdelincuencia de Lima Centro por 6 años y 8 meses con pena privativa de la libertad tras incurrir en delito.
Muchos de los mensajes que llegan después de que un menor o un adolescente no quiera enviar un foto, pueden ser:
-Si no me contestas, vas a lamentarlo. Te vas a arrepentir.
-Estoy a punto de publicar tus fotos. Responde ahora o lo haré.
-Si no haces lo que digo, tu familia sufrirá
-Voy a lastimarte
Incluso se sabe que hay muchos casos de adolescentes que acuerdan encontrarse en persona con sus contactos de estos juegos y no siempre lo avisan a sus padres.
Si conocen otros juegos en línea con casos de acoso, comenten con otros padres, porque de esa manera será más sencillo crear entornos más protegidos para que los niños y adolescentes convivan.