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Lo que sí o sí tienes que saber de los primeros auxilios básicos
1. Cuando son raspones, tienes que limpiar y tapar
Cuando se trate de una herida menor, lo primero que tienes que hacer es lavarla con agua y jabón. Después de eso, limpia la herida con suero fisiológico para quitar cualquier suciedad. Si puedes, trata de no usar alcohol ni agua oxigenada directamente sobre la herida porque puede irritarla.
Si tienes, ponle una pomada antibiótica para que no se infecte y ponle una gasa estéril. Si le está sangrando demasiado, tendrás que hacerle presión directamente y elevar la pierna o el brazo lastimado.
2. Las quemaduras hay que enfriarlas y cubrirlas
Lo más importante es enfriar la zona, lo más rápido posible. Puedes ponerles agua fría (es muy importante que no sea hielo) entre 10 a 20 minutos en la zona afectada.
Los remedios caseros como la mantequilla o pasta de dientes, ni se te ocurra usarlos. Después de que se enfríe, ponle a la quemadura un vendaje limpio con una gasa estéril. Si la quemadura es grande, profunda o si tu crío es muy pequeño, busca ayuda de inmediato.

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3. Lo mejor para golpes y chichones es checarlos
Es muy común que tu crío se pegue en la cabeza cuando es pequeño porque empiezan a explorar. Así que lo mejor para los golpes leves, es ponerles una compresa fría o un hielo envuelto en un trapo para que no le vaya a quemar su piel. En este caso, más que saber primeros auxilios básicos, tienes que estar muy al pendiente del cómo reacciona tu hijo en las 24 horas después del golpe.
Si tiene vómito en exceso, mucho sueño, dificultad para hablar o caminar, dolor de cabeza o cambio en el tamaño de sus pupilas, corre a urgencias porque son señales de alarma.
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4. Si se ahoga, tienes que saber RCP
Probablemente este sea uno de los casos más extremos a los que te puedes enfrentar y por eso el RCP entra en los primeros auxilios básicos. Es fundamental que como papá tomes un curso certificado en RCP pediátrico y si ya es niños más grandes, que sepas aplicar la maniobra de Heimlich.
Eso sí, también la prevención es clava. Así que cuando esté en tus manos hacerles de comer, trata de que los alimentos estén finamente picados además de que no les quites el ojo de encima cuando comen. Si tus críos son de jugar con legos o piezas pequeñas, tienes que ser consciente de que deberás supervisarlos en todo momento.
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