Los bebés antes de los 18 meses de edad muerden o pegan; pero no lo hacen con intencionalidad de agredir. Ellos no saben comunicar sus pensamientos, por eso pueden manifestar su excitación o frustración mordiendo, porque aún no dominan el lenguaje y aún no conocen cómo controlar sus emociones.
A partir de los 18 meses de edad inician su camino a la autonomía, se dan cuenta de que son individuos y esto les emociona, ¡desean probar sus nuevas capacidades!.
Introducen la palabra “no” a su vocabulario y luchan por demostrar que son pueden hacer cosas por sí mismos, lo que pone en jaque la paciencia de los padres y los cuidadores: expresan su molestia, frustración en forma “agresiva” para los adultos, como morder, escupir, patear; pero la intención de los pequeños no es esa, solo que aún no saben como controlar estas conductas disruptivas.
Se pueden sentir abrumados con tantas emociones en su cuerpo, por lo que no saben qué hacer, más que mostrarlas de esta forma.
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¿Qué puedes hacer si tu hijo muerde o pega?
Aquí te comparto algunas ideas:
1.¿En qué situaciones tu hijo se altera más?, ¿porqué crees que esto ocurre?
2. ¿Cómo reaccionas cuando tu niño pierde el control?
3. Para los bebés de hasta los 12 meses, pon una voz firme y clara, dile que “no” y distraélo con alguna actividad o juguete.
Para los niños de más de 12 meses, puedes hacer lo siguiente:
• Mantén la calma frente a la conducta de tu hijo. Respira profundamente y si te alteras, mejor apártate en ese momento. Mientras más tranquilo estés más calmado estará tu niño.
• Dile el nombre de su sentimiento y valida lo que siente. “Estás enojada, quieres vestirte de princesa, pero ya es hora de ir a la escuela”. “No debes morder a mami, esta bien que te enojes, pero no golpees, porque eso duele”.
• En la escuela pide a sus maestros apoyo: que hagan lo mismo, de poner nombre a su emoción y validar lo que siente. Además decirle que si siente mucho en su cuerpo, puede pedirles ayuda, que sea un gesto como levantar su mano, para que lo ayuden a apartarse de la situación que lo estresa en ese momento.
• Usa gestos para expresarle que no debe pega o morder, tómale la mano, con calma y firmes y dile “no, morder duele”, mientras le cierras la boca o bien le colocas su manita a su costado.
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• Siempre ofrécele alternativas que sí pueda alcanzar, si desea un juguete que tiene otro niño, puedes decirle que le leerás un libro.
• Trata de distraerlo. No te centres en su berrinche, sino señala otra cosa, invítalo a jugar, canta una canción.
• Si tu hijo esta muy enojado, molesto, dile que puede patear una pelota, golpear una almohada, abrazar un peluche.
• Invítalo a que encuentre un “rincón de paz”, un lugar seguro en la casa, con almohadas, cojines, peluches, colores, hojas, que lo inviten a tener un espacio para él solo y se pueda tranquilizar.
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