Las vacaciones son una época esperada por toda la familia: hay menos prisas, más planes y tiempo para descansar. Cuando se trata de cuidar a los niños, romper por completo las rutinas de sueño y alimentación puede provocar cansancio, irritabilidad y hasta problemas para regresar a la escuela. La buena noticia es que sí se puede disfrutar de las vacaciones sin perder el equilibrio.
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Cómo cuidar las rutinas de sueño y comida durante las vacaciones
1. Mantén horarios flexibles, pero con límites
No se trata de seguir el reloj al pie de la letra, pero sí de conservar un horario. Permitir que se duerman o despierten un poco más tarde está bien, siempre y cuando no se vuelva un cambio extremo. Mantén horarios similares, eso ayuda a que su horario no cambie por completo.
2. Cuida su descanso
Aunque haya salidas, viajes o reuniones familiares, procura que los niños duerman las horas que necesitan según su edad. Si un día se acuestan más tarde, intenta compensar con una siesta corta o retomando el horario al día siguiente.
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3. No descuides las comidas principales
Durante las vacaciones es común picar más de lo normal, pero es importante respetar al menos las comidas principales del día. Desayuno, comida y cena ayudan a mantener la energía y evitan cambios bruscos en su estado de ánimo.
4. Incluye opciones saludables, aunque haya antojos
Los helados, dulces y botanas también forman parte de las vacaciones, pero no deben ser la base de la alimentación. Ofrecer frutas, verduras, snacks caseros y suficiente agua ayuda a mantener una alimentación equilibrada sin quitarles el gusto por disfrutar.
5. Regresar a la rutina, poco a poco
Unos días antes de que terminen las vacaciones, comienza a ajustar los horarios de sueño y comida. Esto hará que el regreso a la escuela sea menos pesado y más natural para los niños.
