Cambios en la vulva ¿por qué ocurren?
La vulva, como parte del sistema reproductivo femenino externo es sensible a la acción de las hormonas. Sin embargo, no en todas las mujeres actúan igual. La dermatóloga Susana Canalizo Almeida, presidenta del Consejo Directivo de la Fundación Mexicana para la Dermatología, nos explicó que:
Los cambios dermatológicos de la vulva durante el embarazo se observan más en pieles mestizas frente a las blancas o las oscuras
Estos son los cambios de la vulva durante el embarazo
Las alteraciones de la vulva no se presentan en todas las mujeres al mismo tiempo ni en la misma intensidad, pero si en tu familia tu madre, tías o abuela tuvieron cambios vulvares en el embarazo, es posible que tú también los presentes.
1. Oscurecimiento de la vulva
De acuerdo con la dermatóloga Canalizo Almeida uno de los primeros cambios en la vulva es el tono de piel, se vuelve más oscura porque aumentan los estrógenos y progesterona.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
La hiperpigmentación de la piel en la gestación también afecta el abdomen con la presencia de la línea “alba”, marca lineal que aparece por debajo de los pechos hasta la vulva.
Además, aparece el melasma o paño que afecta a otras áreas del cuerpo, como la cara, cuello y escote.
2. Aumento en su tamaño
Durante la gestación el flujo sanguíneo aumenta hacia la vulva de forma considerable. El objetivo es hacer viable el desarrollo del feto. Este incremento del flujo sanguíneo también puede hacer que la vulva se sienta más sensible y, en algunos casos, cause incomodidad.
Incluso, en algunas ocasiones pude generar la aparición de venas varicosas vulvares, que aunque no son peligrosas, sí son incómodas.
Te recomendamos leer: Cambios vaginales durante el embarazo
Las venas varicosas en la zona vulvar suelen desaparecer después del parto, pero es importante que ante la sensación de dolor, comezón o enrojecimiento acudas al médico y adoptes posiciones que favorezcan la circulación: evita cruzar las piernas.
La mujer puede notar que su vulva luce más grande y tiene más sensibilidad, por ello se recomienda evitar el uso de prendas apretadas y será necesario cambiar la ropa íntima por una de algodón suave
3. Más humedad y flujo
Durante el embarazo, las glándulas que se encuentran en la vulva y la vagina aumentan su actividad, lo que provoca más secreciones o flujo, porque en esta etapa la vagina no debe estar seca.
El incremento del flujo vaginal adicional tiene un propósito protector, ya que ayuda a mantener la zona lubricada e incluso el moco cervical se incrementa para formar un tapón cervical que ayudará a evitar el escape de líquido amniótico.
No obstante, este aumento de humedad puede llevar a una mayor predisposición a infecciones por hongos, por lo que es importante que mantengas una higiene íntima adecuada y uses ropa interior limpia, especialmente si tienes escapes de orina, lo cual es común durante las últimas semanas del embarazo, debido a que el bebé comprime la vejiga y otros órganos de la zona.
Pregunta a tu ginecólogo si puedes utilizar algún gel suave para la zona vulvar y de preferencia elige los que tengan pH neutro, sean bajos o sin sulfatos, hipoalergénicos, sin perfumes, ni colorantes y que estén ginecológicamente probados.
Y, ante cualquier duda respecto la salud de tu vulva, acude de inmediato con tu ginecólogo y evita automedicarte.