Incluso, Medline Plus dice que el significado de que un niño se chupe el dedo puede ser tan simple como encontrar calma, consuelo y distracción. Pero pensarán ¿de qué quisiera distraer su atención un niño de menos de 5 años?
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En la misma publicación se asegura que hasta es algo «normal» siempre y cuando los dientes permanentes no aparezcan, lo que podría ser hasta los 6 años.
El único daño que existiría sería si un niño se chupa el dedo con fuerza o como un hábito más que como un mecanismo de seguridad, entonces podría existir un daño en la mandíbula y hasta deformación del paladar y claro, problemas con los dientes y el tipo de mordida.
¿Qué significa que un niño se chupe el dedo?
Si pensamos en la corta vida de un niño, se chupan el dedo desde que están en el vientre de su mamá. Es decir, cuando ven esos bonitos ultrasonidos en 3D donde distinguen dedos, manos, boquita, seguro el bebé tiene el dedo en la boca y es normal.
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Es un reflejo natural en los bebés que empieza en el útero y algunos lo mantienen hasta sus primeros años de vida, pero observar el comportamiento del niño es lo que dará señales de si es un problema o no.
El verdadero significado de chuparse el dedo puede venir del simple hecho de buscar distracción y poner su atención en algo más, lo que como papás debe ponerlos a pensar, ¿qué quiere evadir ese niño?
Tal vez sólo necesitan entender si su crío no puede gestionar una emoción, situación o es hasta un mecanismo para llamar la atención o de defensa. Todo puede deberse a un proceso de adaptación para lidiar con diversas emociones como miedo, ansiedad o aburrimiento.
¿Qué hacer si mi hijo se chupa el dedo?
Que los niños se chupen el dedo debería causar más que enojo-preocupación, curiosidad en los papás, pues eso los invita a entender la forma no verbal que tiene un niño para comunicarse o revelar -indirectamente- cómo se va sintiendo en situaciones particulares.
Por ejemplo, si notan que un niño se chupa el dedo antes de dormir, hagan rutinas alternativas relajantes como leer un libro o tomar algo tibio en un vasito entrenador que simule la succión. Tal vez lo estresa quedarse solo en su cuarto.
Si, por otro lado, se chupan el dedo cuando está ansioso busquen herramientas para regular las emociones, puede ser abrazar un peluche, hacer algún movimiento o incluso cantar algo que les de confort, es el mejor momento de vínculo familiar para crear rutinas diferentes. ¡Detecten qué lo angustia!
En los momentos de transición, se requiere un extra de paciencia en vez de amenazas, regaños o castigos, eso causa más estrés y los niños simplemente se apegarán más a lo que a ellos les da seguridad.
También busquen alternativas como libros o programas de televisión donde los personajes superan hábitos que no son del todo «buenos», por ejemplo: «Thumbs Up, Brown Bear» o «I Can Do It — I Don’t Need My Thumb».
Otra opción para ayudar a que un niño se deje de chupar el dedo puede ser un juego de roles. Es decir, usen un juguete o el peluche para representar escenarios donde el juguete- peluche intenta dejar de chuparse el dedo. Esto puede dar cierta impresión de «buen ejemplo» y así juntos pueden buscar soluciones.