Imagina a tu yo de niño/a y haz estas preguntas:
- ¿sentías presión por tu cuerpo?
- ¿Te obligaban a comer o te prohibían comer ciertos alimentos o cierta cantidad?
- ¿Te comparabas con otros y te sentías mal por no tener el cuerpo “perfecto”?
- ¿Comenzaste a preocuparte por tu peso y por la forma de tu cuerpo?
- ¿Seguiste dietas que generaban ansiedad, calculando cada alimento que comías?
- ¿Alguna vez recibiste o escuchabas comentarios negativos sobre tu cuerpo o el cuerpo de los demás?
Estas preguntas fueron tan solo una pequeña realidad de lo que se vive durante la infancia y la adolescencia.
¿Por qué NO hablar con niños del cuerpo perfecto?
En un estudio realizado por Pacey (Professional Association for Childcare and Early Years) encontró que un 24% de los niños entre 3 a 5 años tenían problemas de confianza corporal por un cuerpo perfecto y un 47% de los niños entre 6 y 10 años se encontraba con ansiedad sobre su imagen corporal.
Estas cifras son alarmantes para tan corta edad por lo que tenemos que reflexionar como sociedad, padres y madres sobre cómo estás enseñando a los niños la autopercepción.
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Lo ideal es crear hábitos que ayuden a los niños a ver la alimentación y el ejercicio como algo positivo, no como el camino a lograr un cuerpo perfecto. Ayudarles a crear una imagen corporal positiva o neutral es lo que les dará confianza y buena autoestima.
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En ocasiones la alimentación de los niños puede ser difícil y optamos por utilizar estrategias que creemos correctas para que coman, pero en realidad están generando un impacto negativo y puede llevar a conductas inadecuadas, así mismo, la exposición social o tecnológica a contenido inadecuado puede causar una mala imagen corporal.
Consecuencias de que los niños crezcan con mala imagen corporal
- Moralizar alimentos
- Presionar para que los niños coman o dejen de comer algún alimento
- Utilizar premios o castigos para que coman o dejen de comer
- Comentar de manera negativa sobre tu cuerpo, sobre el cuerpo de tu hijo o de los demás
- Hablar de dietas o conductas compensatorias por comer algún alimento
- Motivar a realizar ejercicio para modificar la forma corporal
- Creer que el peso es el único determinante de salud
- Iniciar dietas o restricciones alimentarias
Lo anterior es lo que más inseguridad corporal causa en los niños, incluso los puede llevar a la depresión, ansiedad y generar conductas de riesgo que cause trastornos mentales o trastornos de la conducta alimentaria.
Una imagen corporal positiva va más allá de que te gusta cómo te ves, es sobre apreciar tu cuerpo por lo que te permite hacer, respetándolo, cuidándolo, honrándolo y aceptarlo tal cual es.
Recuerda que nadie, y menos los niños, nacen odiando su cuerpo, es la misma sociedad, los estándares y hasta las redes sociales o la mala imagen corporal, lo que ocasiona que odien cómo se ven físicamente.
Un niño sin dieta es un niño que crecerá apreciando su cuerpo y será capaz de aceptar los cambios corporales de la evolución humana.
Haya Nando es nutrióloga infantil especializada en alimentación intuitiva y confianza corporal. Si quieren aprender más sobre el tema en distintas etapas de la crianza, CLIC AQUÍ.