En este capítulo, Felipe y la Reina Isabel II tienen fuertes diferencias sobre la educación de su hijo Carlos y las escuelas que deberían ser las elegidas o cómo debería enfrentar ciertas situaciones de la adolescencia.
The Crown y las lecciones de paternidad
El ahora Rey Carlos estaba por pasar a la secundaria, un momento que por sí solo tiene mucho peso en la vida de los adolescentes.
Felipe y la reina Isabel II no lograban ponerse de acuerdo en qué escuela o internado debería estudiar y, en ese momento, la palabra de papá ganó. ¿Cuántas veces han vivido una situación en la que ustedes no se ponen de acuerdo en el tipo de crianza?
10 maneras en que tu tipo de crianza podría estar dañando a tu hijo
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El punto clave es que Felipe se ve claramente reflejado en su hijo y, como papá, se aferra a que Carlos tiene que asistir al internado que él fue porque lo que le hace falta es «desarrollar carácter», así que sin dudarlo y pese a siempre resaltar que era un joven «débil y retraído», no le importó mandarlo a Gordonstoun en Escocia (donde únicamente duró un par de semanas).
Para ese momento y según la serie, Carlos tenía 14 años, la misma edad que Felipe cuando asistió. Él fue víctima de bullying, prácticamente tuvo que ganarse un lugar porque provenía de una familia de conflicto político-social.
El hecho es que en todo el capítulo de la serie The Crown se va entrelazando la infancia de Felipe con la de Carlos, algunas escenas muestran cómo claramente Felipe se aferró a que su hijo viviera lo mismo que él, pero ¿qué vivió él? bullying, peleas que podrían parecer propias de la edad, ciertas carencias, incluso tener que bañarse con agua fría y ¿con qué finalidad? ¡al parecer, formar carácter!
Como era de esperarse con un miembro de la realeza, Carlos no iba a pasar demasiado tiempo en el internado, terminaron por mandarlo a casa porque estaba pasando los peores días de su adolescencia. Simplemente no logró adaptarse y terminó por asistir a otra institución. Al final, Felipe se sintió, de cierta manera, frustrado y pensó que su hijo había fracasado.
Cuando en realidad, lo que él sentía como papá era la frustración por ver reflejados sus traumas de la infancia en un adolescente con serios problemas de identidad.
Por qué no reflejar heridas de la infancia en los hijos
Felipe, claramente, buscaba que de cierta forma alguien viviera lo mismo que él, tal vez para «sanar» un poco su infancia o para cerrar el capítulo o incluso para comprobar que si él pudo, todos deben poder, principalmente su hijo porque claro ¡es su sangre!
Pero el problema es que, al reflejar las heridas en los hijos, se crea lo siguiente -tomando como base el capítulo de la serie The Crown-
- Felipe pone altas expectativas en su hijo y más porque claro, Carlos debía ser fuerte porque iba a ser el futuro Rey de Inglaterra. Tal vez Carlos sólo necesitaba a unos padres presentes, amorosos y compasivos.
- No olvidemos que puso expectativas demasiado altas y al hacer eso, los hijos pueden sentirse abrumados o fracasados.
- Al reflejar las heridas de la infancia no sanadas causó un efecto negativo en la salud mental y emocional de su hijo, incluso en ese capítulo Carlos se siente abrumado por no ganar la misma competencia en la que su papá fue campeón. No tenían ni las mismas habilidades físicas.
- Él tuvo una infancia demasiado dura, difícil y, de cierta forma, Carlos tenía demasiados privilegios porque era hijo de la Reina. Así que sólo dejó entrever que los padres que tuvieron una infancia difícil pueden repetir patrones negativos con sus propios hijos.
- Un punto extra es que para esa edad y ese momento, Felipe pone demasiada exigencia en Carlos. La escena del avión, cuando van de regreso a casa, le causa una crisis nerviosa al niño porque simplemente no reacciona como él, al ser papá, quisiera que reaccionara.
Ama a tus hijos por lo que son, no por lo que quisieras que fueran
En lugar de poner expectativas en los hijos, es mejor elegir la crianza respetuosa, apoyarlos y guiarlos para tener propios objetivos.
- Demuestra amor y aceptación. Los hijos necesitan saber que son amados y aceptados por quienes son, sin importar lo que hagan NO los compares.
- Crea un entorno seguro y compasivo. Durante la infancia y adolescencia, se necesita un ambiente seguro y de apoyo para desarrollar su potencial.
- Guíalos para ponerse metas claras. Es necesario que los enseñes a tomar decisiones y a responsabilizarse de sus propias acciones.
- No asumas que sabes o entiendes lo que tu hijo quiere hacer con su vida. Ayúdale a que aprenda a expresarse y se plantee metas y sueños, que no siempre serán los mismos que tú tuviste o que en ti quedaron frustrados.
- Nunca digas que tu hijo es un fracaso, seguramente al igual que tú, hace lo mejor que puede.