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Algunos investigadores han encontrado que el humor reduce la ansiedad, suaviza la hostilidad, mejora las habilidades para la resolución de conflictos e incluso tiene un efecto positivo sobre el trabajo en psicoterapia. Sin embargo, no se deben usar bromas para corregir o poner límites a los niños.Pero, ¿qué sucede cuando se utiliza el humor para intentar corregir a los niños pero a través de «mentiras piadosas»? ¿qué sucede cuando se utiliza algo que para el adulto puede resultar gracioso pero el niño no lo entiende así pero no tiene más opción que sonreír?
Pon límites a los niños, pero no uses bromas para que entiendan
Se sabe poco respecto al desarrollo del sentido del humor en los niños; algunos consideran que alrededor de los 3 años de edad los niños ya pueden empezar a entender bromas pero, para otros, esto no sucede sino hasta que cumplen 5 años.
Entender una broma implica un desarrollo cognitivo y del lenguaje, así como una comprensión de las relaciones sociales / interpersonales, que muchos niños no han alcanzado.
En la actualidad, se ha visto una tendencia por parte de muchos padres para hacer uso del “sentido del humor” para educar a los hijos, utilizando las redes sociales que exponen al niño haciendo el ridículo, portándose mal y siendo corregido a través de las amenazas.
También con castigos que van disfrazados de “bromas” que únicamente consiguen humillarlos, exponerlos, asustarlos, arrinconarlos e incluso volverlos, de cierta manera, inseguros.
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Y es que este comportamiento suele ser un tanto agresivo y hasta humillante y es por el hecho de que el niño se siente traicionado por aquellos en los que más debe confiar: sus padres.
Las bromas no corrigen, humillan
Además, utilizar este tipo de bromas es una forma de mentir a los niños en una época en donde es muy importante que ellos aprendan el valor de la honestidad, la pertenencia, confianza y aprender poner límites.
Este tipo de bromas se puede calificar como bullying, como un abuso de poder por parte de los padres y más porque la tendencia más reciente es usar filtros que deforman la cara si los niños «no hacen caso o no obedecen».
@lazarosandoval #@Lazsiari81 ♬ sonido original – Rosiitaa Alonso
Ante esto, no se entienden los límites en los niños, ellos sólo registran que se les está mintiendo, se está corrigiendo a través de la amenaza y, además, se expone en redes sociales, donde tampoco tiene oportunidad de defenderse.
Si de por sí yo considero que es un error estar exponiendo a los niños sistemáticamente a las redes sociales, a las opiniones de su comportamiento, del tipo de carácter, de cómo no manejan las emociones y de la forma como nosotros los estamos educando, ¿no sería mucho mejor que, si ya vas a utilizar estas plataformas, las utilices para hablar bien de tus hijos, para resaltar los aspectos más positivos de su conducta, para que los demás digan “¡qué lindo niño!” y tu hijo sepa que te sientes orgulloso de él?
No no creo que sea una forma correcta de educar. Si tú eres uno de los padres que está haciendo esto, te invito a que pares.
