Roncar puede ser considerado de lo más normal entre los adultos, pero ¿qué pasa cuando le ocurre a tu hijo? Seguramente muchas ideas atacan tu cabeza: “no está durmiendo bien”, “le hacen falta vitaminas”, entre otras cosas.
Pero la realidad es otra. El ronquido, también conocido como roncopatía, en conjunto con la respiración bucal y las pausas respiratorias son una forma de alarma de que algo está obstruyendo.
Las principales causas que provocan que ronque tu hijo son:
- Crecimiento de adenoides: cuando crece demasiado este tejido detrás de la nariz y la bloquea, provocando que tu hijo respire por la boca. Usualmente ocurre en la noche.
- Apnea Obstructiva del Sueño (AOS): es un trastorno del sueño donde hay un bloqueo, ya sea parcial o total, en la respiración de tu crío mientras duerme.
- Rinitis alérgica: es cuando la mucosa nasal está inflamada. Los síntomas son picor nasal, estornudos, moco y congestión nasal.
Un consejo para estos casos, es que optes por usar agua de mar en la nariz de tu hijo. Un gran aliado para la rinitis es Stérimar. Siendo 100% natural, elimina el moco de la nariz, descongestiona, refuerza la protección de la mucosa nasal, limpia y humecta. Es de uso diario y, además, es apto para toda la familia.
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- Hiperplasia de amígdalas: sucede debido a que una infección atacó a tu hijo, provocando un crecimiento en sus amígdalas.
- Desviación del tabique nasal: pasa cuando el cartílago se separa de las fosas nasales hacia un lado, pudiendo ocasionar problemas respiratorios y roncopatía.
Por eso, es importante que cheques qué tan frecuentes son los ronquidos en tu hijo, ya que pueden significar muchas cosas en su salud. Nuestras recomendaciones son:
- Visita a su pediatra
- Juntos vean si tu hijo tiene apneas, o sea, que cuando duerma haga pausas de más de 10 segundos a la hora de respirar
- Pregunta sobre el estudio del sueño que detecta la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS)
- Fíjate si respira con facilidad
Los ronquidos son diferentes en cada niño, así que, procura vigilar cómo se siente, si hay algún síntoma que te indique problemas con su respiración y llévalo a sus citas periódicas, ya que es mejor prevenir que lamentar.