Durante años, los berrinches han sido estigmatizados como algo terrorífico e incorrecto. Afortunadamente, la ciencia ha avanzado y las investigaciones dictan que los berrinches (en la etapa infantil) en realidad es la forma en la que los niños aprenden a conocer y regular sus emociones.
Por eso, es muy importante que como papá aprendas a reaccionar correctamente mientras tu hijo hace un berrinche. ¿Por qué? Así, tu pequeño aprenderá que sus emociones son validadas, que tiene un papá y una mamá que le ponen límites porque lo aman, que no lo golpean y que, sobre todo, los adultos también se deben regular emocionalmente.
Imagínate que tu hijo está haciendo un berrinche y tú te pones a gritar, ¿qué crees que aprenderá? ¡Claro! Que la única forma de solucionar conflictos es con violencia.
¿Por qué la respiración es clave?
Respiramos alrededor de 10,000 veces al día pero, ¿cuántas veces lo haces conscientemente? Nadie nos enseña a respirar correctamente ni a regularnos usando nuestra respiración.
Este acto que repetimos miles de veces durante el día es una herramienta clave para que tanto tus hijos como tú controlen sus emociones.
Haz este ejercicio: Cierra los ojos, respira profundamente, sostén el aire durante 3 segundos y suéltalo. Te aseguramos que tu mente dejó de pensar en las mil ochocientas cosas que tienes pendiente.
Ahora, qué tal que le enseñas esto a tus hijos. Que cada que hagan un pataleo, te pongas a su nivel y de forma clara y tranquila les digas: respira profundo. Te sorprenderás las veces que olvidamos ingresar aire a nuestro cuerpo cada vez que estamos enojados.
Está comprobado que la forma en la que respiramos influye directamente en el cerebro y su actividad, porque la respiración tiene conexiones directas con distintas partes de la corteza cerebral, la misma zona en la que suceden procesos como el pensamiento, la percepción o la imaginación. En esta parte del cerebro también están los procesos de aprendizaje, la atención y la memoria.
Así que cada que haya un berrinche, asegúrate de recordarle a tu pequeño de qué respire pero también respira tú. Este simple acto puede hacer que las emociones fluyan y ambas partes puedan expresarse mejor. Además, así tu cerebro y el de tu niño tienen tiempo de analizar la situación y reaccionar de una mejor forma sin usar violencia.
Por eso, es muy importante que tanto tú cómo tus hijos tengan herramientas que los apoyen a respirar fluidamente. Una de esas herramientas es Stérimar, un producto fabricado con agua de mar y es el aliado ideal para la higiene nasal de los niños y adultos con o sin síntomas de resfriado.
Stérimar es un agua de mar 100% natural y cuenta con una boquilla de seguridad única en el mercado que se adapta a la naricita de los más pequeños, facilitando la aplicación hasta en bebés recién nacidos y adultos.
