
Proteger a tu hijo es tu tarea número uno, y más si se trata de algo que no se puede ver. Y eso aplica para las emociones que se guarda, su sistema inmune débil, si está hidratado o hasta si no duerme bien. Por eso, es importante que tengas algunos en el radar para evitar algún problema a futuro.
1. Emociones acumuladas: Un niño que no sabe ponerle nombre a lo que siente puede sacar sus emociones en berrinches, ansiedad, insomnio o hasta dolor físico. El estrés provoca cortisol, lo que debilita su sistema inmune y lo deja más expuesto a enfermedades.
2. Defensas bajas: Un sistema inmune débil se nota en resfriados frecuentes, infecciones intestinales, cansancio y más. Si no duerme bien, y no come como debería sus defensas irán en picada.
3. Mala hidratación: La deshidratación leve hace que esté irritable, tenga dolor de cabeza, estreñimiento y poca concentración. Pero si además el agua que toma no es segura, los riesgos aumentan. Llegan las diarreas, dolor estomacal o infecciones más graves. Según estudios que se han hecho en garrafones rellenados dicen que siete de cada 10 tienen algún tipo de contaminación, con un 70% de que tengan la bacteria E. coli que proviene de la materia fecal por falta de higiene en el manejo y mantenimiento de los equipos.
Para esos casos, lo mejor es checar la calidad del agua que le estás dando a tu familia. Para conocer más, informate en www.aguaenmexico.com y denuncia aquellas rellenadoras que no cumplen con los estándares de calidad poniendo en riesgo la salud de todos los mexicanos. Y de paso, checa sus redes sociales, los encuentras en aguamexico.com en FB, en IG como @aguaenmexico_ y en Tik Tok como @aguaenmexico.
4. Sueño poco reparador: Dormir mal afecta su desarrollo cognitivo, su estado emocional y su crecimiento. Un niño que no descansa está enojado, enfermizo y con menor capacidad de adaptarse a los retos de su día a día.
Cuídalo con lo visible
- Establece rutinas de sueño.
- Escucha lo que dice y lo que no, también.
- Asegúrate de que tome suficiente agua durante el día y que garantiza que sea agua de calidad.
- Observa si tiene fatiga, cambios de humor, malestares frecuentes.
- Revisa lo que das por hecho. Lo más invisible es lo más importante.