La intolerancia a la lactosa no es tan grave como parece, de hecho es más común de lo que imaginas, pero cuando se trata de niños chiquitos los síntomas como dolor, cólicos, inflamación, gases y hasta vomito resultan muy molestos. Todo eso hace que tu bebé esté irritable.
Sabemos que como mamá te preocupa la salud de tu bebé, por eso te damos 5 consejos para hacerle más fácil la vida:
- Determina su intolerancia: es importante que no des por hecho nada hasta que lo confirme su pediatra. Obsérvalo cada que le des un lácteo para saber si acepta algunas cantidades de lactosa o si de plano su cuerpo reacciona mal a la primera, esto también incluye la leche materna.
- Masajea su panza: uno de los síntomas más molestos es la inflamación causada por gases. Para ayudarlo masajea suavemente su pancita en forma circular y luego hacia abajo, así facilitas el desplazamiento del aire.
- Movimientos físicos: otra cosa que puedes aplicar para aliviar los síntomas de tu bebé, es acostarlo boca arriba y mover sus piernas como si estuviera haciendo bicicleta. Motivarlo a que tenga actividad física ayuda su zona intestinal y también desplaza la salida de aire.
- Trátalo normal: no le hagas sentir que tiene un problema o que es diferente a los otros niños. Esta situación es una pequeña falla digestiva que en muchos casos es transitoria. Así que puede seguir con su vida normal.
- Ajusta su alimentación: elige alimentos bajos en lactosa y poco a poco ve elevando la cantidad que ingiere. Esto ayuda a que su pancita vaya madurando. Apóyate siempre de un profesional para organizar su alimentación.
Nestlé tiene una opción buenísima para los niños intolerantes a la lactosa. Se trata de la nueva NAN® 3 OPTIPRO® Baja en Lactosa, la única de fácil digestión con proteína de alta calidad, que ayuda a una correcta maduración de sus órganos y a que tu hijo poco a poco eleve su tolerancia a la lactosa sin descuidar su buena alimentación.