Te decimos cómo evitar los accidentes más comunes:
La naturaleza de los niños es ser curiosos: les gusta aprender y descubrir el mundo, por lo tanto siempre están explorando y tocar, comer o jugar es casi instintivo. El problema viene cuando se topan con artículos que pueden ser peligrosos y o no aptos para ellos.
Quemaduras
No siempre se trata de accidentes con fuego. Si el agua del baño está muy caliente, si meten la mano a la comida recién servida, tocan algún recipiente o se acercan demasiado a la cocina. Es más, hasta pasar mucho tiempo al aire libre puede tener como resultado una fea quemadura. Enséñale a tu hijo que debe tentar antes de tocar de lleno y evita que juegue cerca de los lugares donde haya cosas calientes.
- Cortadas
Cuando los niños empiezan a ser independientes empiezan a ser más comunes. Si tienen a la mano un objeto filoso van a acabar jugando con él. Ten mucho cuidado donde dejas cuchillos, tijeras y otros objetos con punta que pueda lastimarlo. Además, háblale sobre los peligros de usar esos objetos cuando está sin supervisión de un adulto y mantenlos fuera de su alcance y ayúdalo a practicar con herramientas adecuadas para su edad, por ejemplo tijeras sin punta.
- Piquetes de animales
Los insectos pueden estar prácticamente en cualquier lugar de la casa. sin importar cuantas veces traepees y barras. Y, aunque algunos insectos causan repele a los adultos, para un niño es una invitación a descubrir nuevos seres, así que es más probable que se acerquen a ellos. Si esto pasa, asegúrate de que no se trate de un animal venenoso o peligroso, si es necesario saca el aguijón y ponle algo para que no se esté rascando.
- Caídas
Todos se caen, hasta tú. Por lo general no es nada peligroso, pero muchas veces sí habrán raspones que tendrás que atender. Enséñale que no debe correr por lugares con esquinas puntiagudas, que tengan escaleras cerca o cerca de las calles. Si se cae, no lo regañes, ayúdalo a levantarse, explícale dónde estuvo su error y atiende la herida para que pueda seguir jugando.
- Irritaciones
Esto pasa principalmente con los bebés, cuando están rosados, pero también con los niños más grandes si se rascan, usan alguna crema o jabón que daña su piel o si algo le causa alergia. Aplica una pomada para tranquilizar la piel y si después de un par de días no ves mejoras, llévalo al doctor.
Lo cierto es que por más segura que tengas la casa, los accidentes pasan. Por eso es importante contar con un botiquín con el que puedas atender cualquier tipo de situaciones y una pomada que te ayude a tratar estas heridas. Furacin es una excelente opción ya que ayuda a la recuperación y cicatrización de heridas, además de que previene infecciones cutáneas porque combate las bacterias que pueda tener la herida.