Todas suenan increíbles, pero debemos tener presente que aun teniendo tooooodo el cuidado y atención del mundo ¡nadie está exento de un pequeño accidente! Y ojo, porque no sólo tus hijos son susceptibles, también nosotros debemos cuidarnos.
¿Y si ya ocurrió un pequeño accidente?
No te preocupes, mantén la calma y realiza estos 4 pasos indispensables para atenderlo:
1. Herida limpia igual a mejor curación. Aunque parece obvio no podemos pasar por alto este paso, es esencial limpiar la herida de la suciedad y las bacterias para protegerla contra infecciones. También es importante secarla.
2. Proteger es el camino a una curación sin interrupciones. Cuando la herida está limpia debemos protegerla de agentes externos como bacterias. Esto hará que sea más rápida la curación. Recuerda cambiar diariamente el vendaje o apósito.
3. Curar para evitar cicatrices. Aunque las heridas sean pequeñas debemos vigilar que la curación sea óptima y con un menor riesgo de formación de cicatrices. Busca productos que se puedan usar en heridas abiertas y durante todo el proceso de curación.
4. Amor y paciencia. Cuando ocurre un pequeño accidente, aunque no sea grave, muchas veces los críos o nosotros nos asustamos un poquito. Ten paciencia en la atención y siempre realiza con mucho amor cada paso. Ésta es la mejor medicina.
Si te preocupa que los productos que utilices puedan arder un poquito, que sean difíciles de aplicar en tus hijos, o que puedan manchar la ropa, ¡no te preocupes! La familia CURITAS tiene la opción ideal para ti.
Con Curitas Spray para Heridas podrás limpiar un corte o un raspón eficazmente de forma rápida y sin dolor. Para proteger la herida cuentan con las Venditas Curitas, busca la que mejor se adapte a tus necesidades y ayuda a tus heridas a curarse de forma segura y con un menor riesgo de formación de cicatrices, aplicando Curitas Pomada para Curar Heridas.
Conviértelos en tus aliados ante estas situaciones, tu familia te lo agradecerá.