¿Alguna vez hiciste popó blanca y pensaste que era normal?
Aunque para aquellos que nunca habían escuchado hablar de eso puede ser desconcertante, para muchos puede ser un tema normal que no han identificado como algo que se debe atender.
Cabe destacar que si se trata de una sola vez, no hay de qué preocuparse. Podría ser algo tan simple como comida sin digerir, pero los padres deben seguir controlando las heces de su bebé.
Si se sigue presentando popó blanca, podría deberse a la baja producción de bilis (los pigmentos biliares dan el color amarillo o marrón a las heces) o podría haber un bloqueo que podría estar impidiendo que la bilis llegue al intestino, por lo que sí o sí es necesario acudir al pediatra y no automedicarlo.
Causas de la popó blanca
La bilis del hígado crea el tono marrón típico de un movimiento intestinal saludable. Cuando las heces son muy pálidas, puede significar que no llega suficiente bilis a las heces. Pero también puede influir estos factores:
1. Alimentación
Ciertos alimentos pueden pigmentar las heces especialmente los alimentos grasos o aquellos que contienen colorantes alimentarios. Recordemos que los alimentos con hierro pueden cambiar el color de las heces a marrón oscuro.
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2. Giardiasis
Esta es una infección generada por una bacteria que aclara la popó y la puede volver incluso en un tono amarillento. Una persona puede contraer este parásito bebiendo agua contaminada o estando en contacto cercano con alguien que tenga la infección.
Los síntomas más comunes de la giardiasis incluyen dolor de estómago, dolor de cabeza, estómago hinchado, vómitos y fiebre, pero recuerda que jamás debes automedicarte y es necesario acudir con un médico para saber si esto está generando.
3. Medicamento
Hay medicamentos que pueden dañar el hígado, especialmente cuando una persona toma una dosis superior a la recomendada. Lo mejor es dejar de tomar el medicamento, si no es un medicamento recetado y consultar a un médico lo antes posible.
4. La vesícula biliar
Durante la digestión, la vesícula biliar libera bilis en los intestinos a través del conducto biliar. Las enfermedades de la vesícula biliar pueden cambiar el color y generar la popó blanca.
5. Problemas hepáticos
Los problemas con el hígado o los conductos biliares pueden hacer que la popó se vuelve blanca, entre ellas se encuentran:
-Enfermedades infecciosas, como la hepatitis A, B y C
-Daño hepático por consumo de alcohol enfermedad del hígado graso, más común en personas con obesidad o que comen una dieta rica en grasas
-Enfermedades autoinmunes, que ocurren cuando el cuerpo ataca las células del hígado
-Insuficiencia de otros órganos
-Cáncer de hígado
-Quistes hepáticos
-Enfermedad de Wilson, una condición genética en la que el cuerpo retiene demasiado cobre.
6. Problemas en el páncreas
Tener problemas en el páncreas pueden dificultar que este órgano secrete jugos pancreáticos en el sistema digestivo. Esto puede hacer que la comida se mueva demasiado rápido a través del intestino, lo que provoca heces pálidas y de aspecto grasoso.
Los niños con popó blanca
Cuando las heces son blancas o de color marrón muy claro, esto puede indicar un problema más grave, como la colestasis, un tipo de enfermedad hepática donde se presenta una disminución o interrupción del flujo biliar. La bilis es el líquido digestivo producido por el hígado y es probable que la piel y el blanco de los ojos se tiñen de amarillo, la piel pica, la orina es oscura y las heces son de color claro y olor fétido.
En los recién nacidos, la colestasis o cualquier otro problema con el hígado, la vesícula biliar o el páncreas puede ser una emergencia médica, por lo que el cuidador debe llamar a su pediatra de inmediato.
