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Qué hacer cuando tu hijo quiere dormir en tu cama

Enseñarle a tu hijo a estar en su habitación es tan importante como aprender a comer.

Quizá te preguntes por qué tu hijo se niega a descansar en su cama y aparece todas las noches en la puerta de tu cuarto para pedirte permiso de quedarse junto a ti. La respuesta es simple: estar contigo le da comodidad y seguridad, y a la vez disminuye su ansiedad de separación y las pesadillas. De no hacer nada para frenar esta situación, se puede convertir en una rutina con consecuencias desagradables que no sólo afectarán el desarrollo del niño –volviéndolo incluso más dependiente–, sino que también tocarán tu vida en pareja.

¿Cómo logro que mi hijo duerma en su cuarto?

  • Una vez tomada la decisión, debes mantenerte firme y no ceder ni un día. Piensa que si llora y consigue ablandarte, tendrás que volver a empezar de cero
  • Habla con él y aclárale que te mantendrás cerca por si necesita algo. Si tiene una pesadilla, acompáñalo mientras se le pasa el susto, pero siempre en su cuarto
  • Haz atractiva su habitación: decórala a su gusto, pinta las paredes con sus personajes favoritos. Anímalo a que te ayude, explícale que es su espacio y puede arreglarlo como quiera. Esto hará que se sienta cómodo
  • Avanza gradualmente. El primer día acompáñalo en su cuarto hasta que se duerma; el segundo, recuéstalo y dile que regresarás en cinco minutos. Repite la operación diariamente con un intervalo de 10 minutos y luego de 20 hasta que concilie el sueño
  • Recompénsalo cada vez que logre estar una noche entera sin ti. Así podrás mantenerlo motivado
  • Evita desesperarte si se mete a tu cama; respira profundo y llévalo de vuelta a la suya las veces necesarias

Si después de varias semanas sigue tardando mucho en conciliar el sueño, hace berrinches cuando se acerca la noche, se levanta muchas veces en la madrugada o simplemente se niega a dormir en su recámara, consulta con un especialista cuáles podrían ser las causas.

Enseñarle a tu hijo a estar en su habitación es tan importante como aprender a comer, a bañarse o cambiarse solo, y es parte del desarrollo de su sentido de privacidad.



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