Mindfulness es aprender a darnos cuenta de dónde estamos, que estamos haciendo, lo que estamos sintiendo, es enfocar la atención al momento presente.
La naturaleza de la mente es moverse, brincar de un pensamiento a otro, ir al pasado, al futuro y sin darnos cuenta quedamos a merced del torbellino de los pensamientos y las emociones, lo cual nos lleva a actuar de manera impulsiva sin medir las consecuencias ni evaluar otras opciones.
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Mindfulness es el entrenamiento de la capacidad de poner atención, de dirigirla, enfocarla y sostenerla, así, la mente encuentra un lugar en donde descansar y estabilizarse, abriendo espacios y brindando la oportunidad de relacionarnos de otra manera con aquello que nos provoca dolor o incomodidad.
La práctica de Mindfulness disminuye el estrés, la ansiedad, previene la depresión, mejora el aprendizaje, el desempeño laboral, las relaciones interpersonales y el bienestar en general.
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¿Por qué es importante que los niños aprendan Mindfulness?
Todos podemos practicar Mindfulness y mientras más pronto mejor, si enseñamos a nuestros hijos a enfocar su atención les estamos dando herramientas para desarrollar su capacidad de:
Regular sus emociones y el estrés.
Disminuir la impulsividad.
Pensar de manera creativa, reflexiva, flexible.
Solucionar problemas.
Plantear objetivos y lograrlos.
Establecer y mantener relaciones sociales.
Ser empáticos y compasivos.
Tener una vida plena.
Todos queremos que nuestros hijos sean felices, practicar con ellos Mindfulness es hacer que esto suceda, empecemos por detenernos en este momento y sentir las sensaciones de nuestra respiración.