Te dejamos nueve pasos para que tu hijo sea ordenado sin que llegues a los gritos y les dejes esta experiencia como algo negativo.
Primero tú
Como sabemos, es importante que tus hijos vean cómo se hacen las cosas, por esto es básico que primero te vean siendo ordenado y después los invites a ayudarte. Hazlos sentir importantes para que sea divertida esta experiencia y no lo vean como algo negativo.
Despeja
Escoge un día al mes para despejar espacio, sacar objetos que no sirven y solamente estorban. Enséñale a tu hijo que esto, además de que logra un espacio limpio, cambia las energías y los pondrá de mejor humor.
Limpieza profunda y en familia
Escoge un tiempo el sábado o el domingo, pero que no sea todo el día, elijan una hora máximo y entre todos compartan tareas para limpiar el hogar. Les servirá para aprender lecciones y valorar su espacio limpio, lo que cuesta tenerlo así.
Establece límites
Si tienes más de un hijo, evita peleas seleccionando un área para los juguetes de cada uno. De esta forma cada uno será responsable de mantener su área limpia y evitarán sobrepasar los límites.
Simplifica tus comidas
Mientras simplificas la preparación de tus comidas, además de ahorrar tiempo también da la posibilidad de que tu hijo tenga una responsabilidad a la hora de la comida y sepa que la mesa lleva un orden o que si te ayuda en la preparación de los alimentos, esto también lo tiene.
Guarden en contenedores
Esto facilita que sus hijos arrojen sus cosas en los contenedores y cuando lo usen solamente saquen ese contenedor específico, puedes etiquetarlos: animales, soldados, coches, entre otros. También aprenderá a categorizar.
Haz donaciones
Cuando tus hijos escogen qué donar y qué siguen conservando, esto les permite, además de ordenar, conocer el valor sentimental de las cosas. Además de que les abre los ojos para saber que existe gente necesitada y despierta su lado humano.
Crea momentos especiales
Sabemos que cuando se trata de las primeras cosas de tu bebé, es difícil separarte de ellas. No te decimos que las tires, pero aprende a escoger bien qué y dónde lo conservarás.
Crea momentos únicos mientras te reúnes con ellos y les platicas las historias de cada uno de los objetos. También es importante el valor sentimental de cada objeto.