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Estas son las claves de la alimentación para niños con asma o cualquier otra enfermedad crónica:
- Incluir a diario una buena cantidad de frutas y verduras. Son gran fuente de vitaminas, en especial C y E que pueden ayudan a evitar que los pulmones se irriten. Manzana, melón, zanahoria, por mencionar algunas.
- Alimentos ricos en magnesio y potasio. Hay estudios que muestran que el magnesio puede reducir los síntomas del asma así como ayudar a la función pulmonar. Semillas de girasol, pepitas, edamames, aguacate, son buenos ejemplos.
- Incremetar alimentos con omega 3 y reducir el consumo del omega 6.
- Evitar aditivos y preservativos, es decir, mientras menos procesados los alimentos mejor. Ciertos aditivos pueden ser serios disparadores del asma, como el glutamato monosódico y los sulfitos.
- Los alimentos que tratamos de incluir por sus propiedades: aguacate, plátano, brócoli, espinaca, semillas de girasol, pepitas y leguminosas. Además hay que buscar fuentes de proteínas ricas en nutrientes como salmón o pescados blancos, y reducir el consumo de carne roja.
A la par de la alimentación se pueden tomar algunos suplementos (no todos al mismo tiempo, hay que variarlos a lo largo del año por periodos de 3 meses):
- Vitamina B6. Se ha encontrado que la vitamina B6 reduce la intensidad y la frecuencia de los ataques de asma
- Omega 3 por sus propiedades antiinflamatorias
- Vitamina C
En resumen, una dieta antiinflamatoria rica en una gran variedad de alimentos frescos, sin productos procesados, tiene grandes beneficios en cualquier persona, y con mayor razón si tienes una enfermedad crónica.
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