Tips para averiguar si tienes un niño feliz o uno mimado
Para empezar lo que queda claro es que si un niño es golpeado, es lo mismo que dará al mundo: golpes, violencia, un ser enojado con sus padres y por lo tanto con el mundo. Si tú le das cariño y lo educas con respeto y cariño, eso es lo que él reflejará.
Las exigencias
Un niño mimado aprende a exigir las cosas, a hacer berrinches y a manipular a sus padres hasta conseguir lo que quieren. Está acostumbrado a recibir cosas materiales como demostración de amor, y cuando no lo recibe saca su frustración mientras arma un caos a su alrededor.
Por su parte, el niño feliz aprende el valor de los pequeños detalles. Conoce los límites de sus padres y los propios. Aprende a soltar.
Los valores
¿Quieres saber si estás criando un niño feliz o un niño mimado? Fíjate en su escala de valores, si la tiene limitada y para él «mientras más le des, más lo quieres», ¡felicidades! estás criando un niño mimado. No entiende que otro pequeño no tenga lo que desea y cuando es así, no dudará en burlarse de eso.
En el caso contrario, los niños felices crecen en un hogar donde se sienten queridos y comprendidos, saben qué es el amor, la paz, la libertad o la solidaridad. Para ellos no es importante los objetos, solamente sentirse queridos y tener comprensión.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
El carácter
Entre otras cosas que te puedes fijar para detectar si estás criando un niño feliz o un niño mimado, es poner atención en detalles como su manejo ante la frustración y la tiranía. Asocia que el enojo y la rabia van acompañados de la recompensa.
Por el otro lado, los niños felices son más sensibles, desarrolla herramientas de protección contra la frustración y posee estrategias para tener lo que quiere por sus medios y de manera independiente.
¿Qué tan comprensivos son?
El crío mimado está acostumbrado a recibir las cosas de forma inmediata, tiene poca curiosidad del mundo y no le interesa aprender y comprender. Él no pide, exige. Sin embargo, el feliz, quiere aprender y siente curiosidad de las cosas, aprender el mundo en el que vive.