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Enséñale a un niño qué hacer en caso de temblor

Asegúrate de que tu hijo sepa cómo reaccionar en caso de un temblor.

México es un territorio de alta actividad volcánica y tectónica, por ello los organismos de protección civil y las escuelas aprovechan la capacidad de aprendizaje de los niños y ponen especial atención en enseñarle a un niño qué hacer si tiembla, además de mostrarles las medidas de seguridad e incluirlos en simulacros de evacuación.

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Siempre recuérdale que “No corro/ No empujo/ No grito”, que se traduce en “mantén la calma y permite que todos hagan lo correcto”. Enseñarles a tomar en serio esta recomendación y repasar las indicaciones que conocen es un sólido primer paso para apoyar su aprendizaje. Pero si buscas ir más allá y consolidar sus conocimientos, te presentamos seis acciones que los ayudarán a comprender que la previsión es parte de la vida cotidiana y que identificar los riesgos es una forma de conocer y responder a su entorno.

 

  1. Prepárense juntos

    Reúnan los suministros de emergencia: provisiones, ropa, un botiquín. Elijan el sitio adecuado para poner todo. Sé cuidadosa con el lenguaje que ocupas para explicarles que esto no es un acto de pánico, y que el botiquín está a su alcance, pero definitivamente no es un juguete. Un tip: ¿por qué no lo arman juntos? Recuerda que además de los productos más comunes, debes incluir pastillas de purificación de agua, una lámpara y una radio de pilas.



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  2. Manténganse informados 


    Los medios de comunicación diariamente incluyen el seguimiento a la actividad del Popocatépetl u ofrecen noticias sobre el último temblor, comparte con ellos la información que consideres importante –como no echar las cenizas a la coladera– y emplea esta oportunidad para repasar lo que deben hacer en un movimiento telúrico. Incluso pueden visitar el portal del Sistema Nacional de Protección Civil, en donde encontrarás una página dedicada especialmente a los niños. Da click aquí y conózcanla.

  3. Dibuja con ellos


    Hagan un mapa de riesgos. Primero, pídeles que tracen los alrededores de su casa. Ayúdales a entender las amenazas y peligros; por ejemplo, pueden identificar escuelas u otros edificios que por su altura o ubicación podrían ser considerados un riesgo. No se olviden de señalar en dónde están las personas y los establecimientos de auxilio más cercanos, como la estación de bomberos o el centro de salud.

  4. Construyan un plan familiar 

    Pueden complementar el plano de su colonia con el de su casa: marquen las rutas de salida más seguras y pónganse de acuerdo sobre en dónde se reunirán fuera de casa, a qué número telefónico llamar, etcétera.

  5. Gracias a las mediciones constantes, el Servicio Sismológico Nacional puede alertar a los medios 50 segundos antes de que ocurra un sismo en las costas de Guerrero. Si cuentas con un teléfono inteligente pueden descargar juntos la aplicación que permitirá recibir directamente la alerta. 

  6. Inclúyelo en las revisiones

    Luego de un sismo, es recomendable hacer una revisión que asegure la solidez de tu casa. Puedes incluir a tu hijo pidiéndole que detecte grietas o fracturas en toda la casa y convertir esto en una actividad que le confiera cierta responsabilidad sin abrumarlo

Esta lista no es definitiva, puedes ser que tú misma realices simulacros, se diviertan tomando tiempos y escuches lo que tus hijos tengan que decir. En cualquier circunstancia, ten presente que gran parte del conocimiento se adquiere por imitación y si tomas en serio el adoptar conductas responsables, tu familia hará lo mismo. Analizar los riesgos de la zona en donde vives no es un acto de paranoia, es la ocasión para evitar que una amenaza se convierta en un desastre.

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