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El secreto de por qué los niños japoneses no hacen berrinches

¿Sabías que los niños japoneses no hacen berrinches? Te contamos por qué y qué puedes hacer para que los tuyos no los hagan.

El secreto de por qué los niños japoneses no hacen berrinches
Se habla de que los japoneses son admirados por su capacidad de reaccionar ante las tragedias. Siempre en calma, con respeto y la capacidad del trabajo en equipo. Comportamientos que se notan no sólo en los adultos, en los críos también… ¿cuál es el secreto, por qué los niños japoneses no hacen berrinches?

 Los niños japoneses no hacen berrinches por estas razones…

Una de las cosas que impactan son las relaciones de respeto que mantienen entre las distintas generaciones. Ya que es ésta una de las naciones donde los jóvenes son empáticos y afectuosos con los ancianos y su sabiduría. Por su parte, los ancianos saben que los niños y jóvenes son personas que están aprendiendo, por lo que tienen paciencia y suelen ser cariñosos con ellos.

En cuanto a la crianza, los niños japoneses no hacen berrinches porque los adultos entienden que criarlos es una práctica afectiva donde los gritos y groserías están fuera de lugar.

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Aquí los vínculos no se basan en favores, por lo que no piden a los abuelos que cuiden a los nietos. Educan a los críos para relacionarse de manera respetuosa y sensible, así que los niños japoneses no hacen berrinches porque cuando se trata de «regañar» al niño, los adultos lo hacen a través de una mirada o un gesto de desagrado, con el que los niños entienden que su comportamiento no es adecuado.



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Cuando rompen algo los papás no recriminan por valores materiales, utilizan el método de sensibilización en el que expresan frases como «le hiciste daño o  e hiciste daño» o «lo lastimaste», jamás usan la frase «lo rompiste». De tal forma que enfatizan en el funcionamiento y esto los sensibiliza.

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El hecho de que los niños japoneses no hacen berrinches también es porque en las reuniones familiares la plática es algo común, contarse historias de generaciones pasadas genera un sentido de identidad en los niños, por lo que al criarse en un ambiente que no tiene sobresaltos, donde se sienten emocionalmente queridos, observan el respeto entre unos y otros, aprenden que ser explosivos y gritar no es una forma de comunicación.

En México, estos valores y el respeto a los otros, es algo que pocas familias aplican, es por esto que hacemos un llamado a los padres de familia para que entiendan que son ellos quienes crearán un ambiente sano donde sus hijos no deberán llegar a estos extremos.

Artículo original: lamenteesmaravillosa.com

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