¿Cómo que “no puedo”? ¡Aléjalo del derrotismo!
Los niños imitan todo lo que ven y su primer ejemplo eres tú, así que dile siempre que sí puede ¿te has preguntado si le estás transmitiendo a tu hijo tu actitud derrotista? Detéctalo cuanto antes.
La vida en sociedad nos expone a encontrar situaciones que nos hacen daño como la agresión, el rechazo o la humillación. Por lo regular buscamos protegernos del dolor y para eso elegimos conductas y adoptamos actitudes que creemos nos ayudarán a enfrentar las emociones que surgen de estas experiencias. De este modo comenzamos a vivir en una “casa de cristal” auto-impuesta por el temor de exponernos a un daño futuro y nos aislamos de un mundo que cada vez parece más amenazante.
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Al inicio, estas conductas nos dan una sensación de seguridad y equilibrio que únicamente es un engaño, pues no se ha resuelto el problema ni alivia el dolor; lo que hacen es complicarlo y enmascarar nuestro sentir. A final empeoran las cosas, pues nos obligan a enfrentar las consecuencias que hemos estado intentando evitar. Pero el resultado suele ser el mismo: caemos en conductas derrotistas. Éstas incluyen:
- Actitudes de crítica excesiva o de víctima y de hostilidad hacia los demás
- Culpar a los demás
- Adoptar una postura defensiva ante la vida
- Postergar las cosas hasta el último momento
- Conductas autodestructivas y de aislamiento
- Perfeccionismo y tendencia a exagerar
- Proyección
- Volverse excesivamente desconfiado
- Compararse con los demás
- Aferrarse a sentimientos negativos por situaciones del pasado
Esto tiene consecuencias negativas sobre nuestra vida útil, en general podríamos decir que nos mantienen atorados en el pasado y nos impiden disfrutar el presente. El primer paso para superar el derrotismo es intentar hacernos cargo de nuestra vida y dejarles a los otros la responsabilidad de la suya.
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¿Le heredas tus actitudes?
Infancia es destino y en ese sentido, todos somos un reflejo de las situaciones que vivimos al interior de nuestra familia cuando éramos niños, motivo por el que imitamos las conductas y actitudes que vemos en nuestros padres. ¿Qué podemos hacer para ayudarles a romper el círculo vicioso del derrotismo, evitando que caigan en este tipo de comportamientos y actitudes?
Cuando tu hijo se comporta de una manera inapropiada, ayúdale a identificar qué está en el origen de su conducta y a descubrir cuál hubiera sido una alternativa mejor
- Si está molesto contigo (y tiene razón), ofrece una disculpa y encuentra una mejor alternativa la próxima vez
- Muéstrale un genuino interés por sus aficiones, actividades y problemas
- Permítele expresar sus preocupaciones, temores y frustraciones, aún cuando éstos te involucren; invítalo a encontrar soluciones
- Confía en su capacidad de resolver sus problemas; transmítele esa seguridad. Más que darles consejos, ayúdale a encontrar sus propias soluciones, enséñale a ser un niño independiente.
8 pasos para eliminarlo
- Hazle saber que valoras todos sus logros
- Ayúdalo a desarrollar sus habilidades y destrezas
- Demuéstrale que crees en él y en sus capacidades, jamás los compares o minimices
- No lo sobreprotejas
- Crea un fuerte lazo familiar en el hogar para que tu hijo desarrolle una imagen positiva de sí mismo y de su familia
- Recuérdale que cuando las cosas no son fáciles, tú estás ahí para apoyarlo y que puede pedir ayuda.
- No permitas que utilice sus limitaciones como excusas para el fracaso.
- Fortalece su autoestima. Esto no significa que le repitas a cada segundo lo maravilloso que es, se trata de que contribuyas a que cree una imagen positiva y sana de sí mismo. Que acepte sus equivocaciones y sea capaz de intentar solucionarlas solo.