¿Por qué los sienten?
Algo característico en los niños –y todos los seres humanos- es luchar por un espacio propio y sentir enojo cuando perciben que su terreno ha sido invadido; en el caso de tu hijo la forma de manifestarlo es peleando con toda la familia, arrebatando cosas y maltratando al más pequeño pues “su recompensa” es hacerlo llorar.
Para evitarlo debes detener cuidadosamente las fricciones, explicar por qué cada uno es importante y asegurarte de que la autoestima de los dos quede intacta.
Signos comunes
- Enojo
- Resentimiento
- Agresión
- Rechazo
- Tristeza
- Confusión
- Ansiedad
- Regresiones del desarrollo para llamar la atención. Por ejemplo: falta de control de esfínteres, usar el biberón, chuparse el dedo, balbucear, etc.
Antes de que llegue su nuevo hermano
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
1. Involúcralo en el acontecimiento y aclara sus dudas
Platícale que él vivió el mismo proceso y que toda la familia lo esperaba con mucho amor al igual que ahora
2. Háblale de los cambios
Aunque te parezca complicado, también incluye las desventajas que se presentarán. Por ejemplo, que quizá necesites dedicarle mucho tiempo al bebé, que al principio no podrá jugar con él porque es pequeño, que deberá mantenerse en silencio, etc.
3. Déjalo decorar el cuarto
Lo ayudará a distraerse y se sentirá importante de compartir el proceso contigo
4. Explícale qué pasará el día del hospital
Por ejemplo, que permanecerás unos días sin verlo pero promete (y cumple) llamarlo por teléfono, dile quién lo cuidará, cuándo vuelves, qué actividades podrán realizar los días posteriores al nacimiento, entre otras
5. Permítele resistirse
Por más preparado que esté, es probable que los últimos días de tu embarazo, haga un berrinche enorme, grite, destruya cosas y requieras la paciencia para dejarlo expresarse y calmarse. Recuérdale que la dinámica familiar será distinta pero con muchas recompensas como tener con quien jugar, a quien mostrarle sus conocimientos y hacerse de un cómplice de aventuras
Ya que estén en casa
6. Dedícale tiempo a cada uno
Al principio puede serte complicado pero mientras el menor duerme, date el tiempo para platicar y jugar tranquilamente con el primogénito.
7. Vigila las agresiones
En caso de que se peleen, no te burles ni minimices sus emociones, diles que entiendes cómo se sienten y abrázalos; al principio podrán rechazarte pero sigue intentándolo
8. Olvídate de compararlos
Cada uno tiene su personalidad y tu misión es respetarlos y hacerlos sentir orgullosos de sí mismos
9. Ayúdalos a trabajar juntos
Por ejemplo que te ayuden en la cocina, armen un rompecabezas, o jueguen a las escondidillas
10. Dales cierta exclusividad
Un error común es que los papás exijan a sus hijos compartirlo todo, y claro, es necesario enseñarlos a hacerlo pero déjales decidir qué sí y qué no. Cuando el otro lo pida intenta frases como: “Sabes que ese balón es importante para Manuel, así como para ti el tractor, por favor déjalo decidir si quiere prestártelo”.