Aunque este método es conocido por su enfoque en el aula, sus principios también pueden enriquecer enormemente las experiencias de las vacaciones, permitiendo que los niños sigan aprendiendo y desarrollándose naturalmente durante su tiempo libre.
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Un aspecto fundamental del Método Montessori es respetar el ritmo y los intereses del niño. Esto se traduce perfectamente en las vacaciones, donde los niños tienen la oportunidad de elegir las actividades que más les atraen.
En lugar de estructurar cada momento, los padres pueden proporcionar opciones y permitir que sus hijos decidan cómo desean pasar su tiempo. Explorando la naturaleza, descubriendo nuevas culturas o participando en actividades creativas; deja que los niños elijan sus aventuras, porque promueve la autonomía y toma de decisiones.
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Durante las vacaciones, los materiales y recursos disponibles pueden variar, pero el enfoque del Método Montessori sigue siendo relevante. Los padres pueden fomentar el aprendizaje a través de la observación y la interacción.
Si están en la playa, por ejemplo, los niños pueden recolectar conchas marinas y piedras, y luego organizarlas según su tamaño, forma o color. Esta actividad simple promueve habilidades matemáticas y de clasificación mientras los niños se involucran en una experiencia táctil y visual.
Las rutinas y los hábitos
Se puede aplicar en la vida cotidiana, por ejemplo: actividades comunes como servirse agua cuando ellos quieran, poner la mesa para todos, cocinar juntos y eso ayuda a fortalecer el hábito en la vida diaria.
Algo muy importante es regular las pantallas. Aunque estén en vacaciones, el tiempo que pasan frente a pantallas puede ser mayor y eso altera los estados de ánimo y los desbordes emocionales.
Nada es mejor que llevar a cabo actividades al aire libre y aprovechar cada momento para conocer el mundo que les rodea.
También es importante estar atentos a esas ventanas de cansancio y hambre que produce la exposición al sol durante todo el día, además de tener tiempo libre para escuchar sus necesidades y no sobrecargarlos.
Sé que todas las sugerencias pueden sonar muy fáciles. Sin embargo, al aplicarlas, puede resultar desafiante y especialmente cuando se convive con niños de diferentes edades y con diferentes hábitos en sus casas.
Pero no hay nada mejor que continuar con una crianza asertiva y comunicativa con nuestros hijos y proporcionarles un ambiente predecible en estas vacaciones.
Mantener límites en vacaciones
Continuar con límites, incluso en vacaciones, como por ejemplo, evitar el exceso de dulces y pantallas, así como todo aquello que altere su sistema nervioso. Es mejor una dosis balanceada.
Además, llevar algunos materiales didácticos Montessori portátiles puede enriquecer las vacaciones. Libros de actividades, juegos de rompecabezas, tarjetas de emparejamiento y otros recursos pueden ser útiles para momentos de tranquilidad o para mantener a los niños entretenidos durante los viajes. Estos materiales brindan oportunidades de aprendizaje autodirigido y creativo, permitiendo que los niños exploren conceptos de manera práctica y placentera.
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El entorno también desempeña un papel importante en el Método Montessori, y esto no es diferente durante las vacaciones. Los padres pueden aprovechar las oportunidades para crear «ambientes preparados» temporales.
Por ejemplo, si están alojados en una casa de vacaciones, pueden organizar una esquina de juego con materiales seleccionados y dispuestos ordenadamente. Incluso en un entorno nuevo, este rincón familiar proporciona un espacio donde los niños pueden sentirse cómodos y libres para explorar.
En conclusión, el Método Montessori y las vacaciones comparten una visión común: el aprendizaje como un proceso emocionante y continuo.
La diversión y la maravilla de las vacaciones ayuda a los niños a descubrir y apreciar el mundo que les rodea de manera significativa.
En el Método Montessori, las vacaciones se convierten en una oportunidad para que los niños aprendan a través de experiencias prácticas, desarrollen creatividad, establezcan tratos y límites, así como fortalecer los hábitos que se están gestando y su independencia.