El juego no es solo diversión, es la forma natural en que los niños aprenden. Cada vez que juegan, su cerebro se enciende, ayudándolos a crear conexiones nuevas y fortalecer habilidades como la atención, la memoria, el lenguaje y la imaginación.
Además, el movimiento físico estimula áreas cerebrales relacionadas con la creatividad y la memoria, mientras que los juegos de roles, los retos mentales y las actividades artísticas les permiten expresarse, resolver problemas y pensar de forma más flexible.
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De 0 a 3 años: Exploradores del mundo
A esta edad, tu crío aprende principalmente a través de los sentidos por eso, los juegos sensoriales y de repetición son importantes.
Actividades ideales:
- Incorpora juegos de repetición. Esconder un juguete y hacerlo aparecer, refuerza la memoria visual
- Desarrolla cajas sensoriales. Llenar un recipiente con arroz o esponjas, estimula la curiosidad y la concentración.
- Canta canciones con gestos. Temas como Estrellita, ¿dónde estás? fortalecen la memoria auditiva y motriz.
- Lee cuentos de tela o libros con texturas. De esta forma, aprenden a asociar las palabras con imágenes y sensaciones.
Pro tip: No temas repetir juegos muchas veces. La repetición es clave para mejorar la memoria a esta edad.
De 4 a 6 años: Niños que imaginan
En esta etapa los niños comienzan a inventar, imaginar y recordar el orden, aquí toda su creatividad florece.
Actividades recomendadas:
- “Simón dice” o “Twister de colores”, mejoran su memoria motora y atención.
- Juegos de roles. Un día pueden ser veterinarios, luego chefs, esto ayudan a la imaginación y el lenguaje.
- Construcciones con bloques o reciclaje. Fomentan la creatividad y ayuda a que dimensionen su espacio.
- Cuentos participativos. Leer una historia y dejar que ellos inventen el final o dibujen a los personajes ayuda a mantener su imaginación.
De 7 a 9 años: Creadores
A esta edad, los niños ya pueden planear, recordar reglas y disfrutar de retos mentales.
Juegos que puedes probar:
- Rompecabezas o memoramas con palabras.
- Crear historias, cada uno agrega una frase, esto ayuda a mejor su narrativa y la memoria verbal.
- Adivina qué objeto desapareció, coloca varios objetos, deja que observe, retira uno sin que vea y que adivine cuál falta.
- Dibujos con reglas raras, dibuja un animal que pueda volar y vivir bajo el agua, perfecto para que no pierda su imaginación.
