Es evidente que cuando muere un animal que queremos y cuidamos, el impacto emocional es muy fuerte, y es lógico que como padres queramos evitarle que sufra, por lo que tratamos de retrasar el momento de darle la noticia. Sin embargo, recuerda que es nuestra responsabilidad ser claros y honestos, debemos hablarle sobre la situación directamente y sin rodeos. Es normal que pensemos que no está listo para algo así y que no será capaz de entenderlo, pero no debemos subestimarlo, una explicación adaptada a su comprensión es la mejor manera para comunicarle lo sucedido.
Ante temas relacionados con la muerte, todos reaccionamos de diferente forma, con los niños pasa igual, ellos pueden experimentar tristeza, enojo, miedo, negación y culpa. De acuerdo a la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, las reacciones de un niño ante la muerte de una mascota dependen de su edad y del nivel de desarrollo que tenga. Entre los seis y ocho años empieza a construir un entendimiento más realista sobre la muerte: su naturaleza, causas y consecuencias; no obstante, aún sigue teniendo dudas acerca de los sentimientos que ésta le genera. Usualmente, es hasta los nueve cuando entiende en su totalidad que la muerte es algo irreversible y permanente.
Primero planea un momento a solas con él, asegúrate de tener su atención, es decir, evitar decírselo cuando esté jugando o viendo la tele. Siéntense y dile que tienes algo importante que contarle. Sin crear historias rebuscadas, díselo tan claro como es y explícale que las mascotas pueden morir por una enfermedad, vejez o por un accidente, además de que en dicho caso, dejan de moverse, respirar, oír, escuchar, etcétera. Piensa que cualquier explicación diferente le generará ansiedad y desconfianza hacia ti, además de que le surgirán más dudas e incertidumbre. Después, pregúntale cómo se siente; este es un punto muy delicado ya que es bueno que lo alientes a expresar sus sentimientos con tal de que supere la pérdida con mayor facilidad, pero en caso de que no quiera hablar, no debes forzarlo a hacerlo, respeta su decisión. Si le das tiempo para que asimile la noticia, verás que él se acercará a ti cuando menos lo esperes preguntándote cómo murió, por qué y si fue su culpa. Es importante que le respondas sinceramente.
Otras cosas que debes hacer
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
- Usa un lenguaje sencillo para explicarle lo que sucedió. Olvídate de la frase “puse al gato a dormir”, pues el niño asociará el concepto del sueño como algo malo. Habla siempre con claridad para no crearle confusión
- No le mientas ni inventes excusas. Contarle una mentira como que la mascota sólo está durmiendo o que ha desaparecido será contraproducente y no le hará ningún bien. No se solucionará la situación y sólo alargará el dolor
- Déjalo vivir el duelo a su manera. Como cualquier adulto, el niño necesita tiempo para superar esta pérdida, por lo tanto, si ves que está llorando, acércate a él y no se lo prohíbas pues es parte de su proceso. Poco a poco se sentirá mejor
- No compres otra mascota de inmediato. No es sano que reemplaces a la que acaba de morir con otra. Lo más recomendable es esperar un tiempo, por ejemplo, un par de meses, antes de buscarla
Afrontar esta situación con la verdad hará que tu hijo la supere más fácilmente. Además, recuerda que necesita mucha paciencia, apoyo y cariño de ti y del resto de la familia.
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