Ahora nosotros haremos lo mismo con nuestros hijos, así que si el resultado que das con tu dinero no es el mejor, evita a toda costa transmitirles tus experiencias y tus creencias. Mejor toma nota de esta lección y foméntala en familia:
1. Explícales a tus hijos que el dinero es un medio para adquirir casi cualquier cosa que existe en el mundo. Dales toda clase de ejemplos desde comida, ropa, casas, hasta barcos y un avión. Se trata de que entiendan para qué sirve, no para lo que les alcanza.
2. Explícales las cosas que no se compran con dinero, como el Sol, el aire, la lluvia, el sonido de los pájaros… En fin, todas aquellas cosas que existen en la naturaleza y también las personas que más quieren, como su familia y amigos.
3. Identifica sus emociones. Pregúntales cómo los hace sentir un juguete nuevo. Haz la misma dinámica con una actividad que disfruten y que no requiera de dinero. Si tuvieran que escoger una, ¿cuál sería y por qué? ¡Te sorprenderás!
4. Enséñales a fluir y a dejar ir. Regalen juguetes que ya no utilicen a otros niños. Diles que hay niños que pueden seguirlos usando; también, haz que intercambien por 1 semana juguetes con otros niños o sus primos. Aprenderán que los juguetes van y vienen, aprenderán a desapegarse.
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5. ¡Nunca les digas que no tienes dinero para algo que deseen! ¡Evítales el sentimiento de carencia a toda costa! Mejor maneja la situación con inteligencia y establece una lista de deseos que podrán ir alcanzando si así se lo proponen. ¡Seguramente la lista irá cambiando y quedarán las cosas que realmente desean!
6. Destina un presupuesto para domingos y extras. Les ayudará a tomar decisiones con su propio dinero. Eso sí, ten por seguro que a veces comprarán cosas con las que no estarás de acuerdo. Trata de respetar sus decisiones o negociar para sus listas de deseos. Enséñales a pagar y a cobrar. Pero no te salgas del presupuesto.
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7. De vez en cuando, compren una bolsa de dulces o pegatinas para compartir con sus amigos y otros niños. Esta acción desarrolla el valor de compartir su abundancia.
8. Anímalos a que ganen su propio dinero. Haz que alguna vez vendan chocolates con tu familia y págales por tareas que puedan realizar para cumplir un deseo de la lista de juguetes. Descubrirán que existen muchas posibilidades para generar dinero y alcanzar sus metas y se sentirán importantes, merecedores y suficientes.
9. Evita hablar mal del dinero. ¡Ninguna queja de lo costosa que está la vida o lo difícil que es conseguir dinero! Enfócate en desarrollar sus pasiones, su creatividad y sus habilidades, y amplía sus posibilidades para que trabajen en lo que les guste. Con todas las profesiones se puede ganar buen dinero si sabes cómo.
10. Enséñales a ser agradecidos, a sentirse abundantes y prósperos. La carencia inicia en tu mente y se concreta con tus acciones. El universo es abundante, y tanto nosotros como el dinero somos parte de él. Vibra en su sintonía y déjalo fluir. No se trata de tenerlo, se trata de lo que haces con él.
Hay algo muy importante que debes saber: ¡ellos aprenden con tu ejemplo más que con tus palabras! ¡Haz lo propio contigo para que tengas éxito con ellos!
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