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Bote de los gritos para controlar los berrinches infantiles

Conoce en qué consiste el bote de los gritos, método casero que le ayudará a desarrollar un mejor manejo emocional.

bote de los berrinches

Crédito: como hacer un bote para berrinches

¿Tu hijo hace rabietas o crees que le hace falta tener un mejor control emocional? Te contamos sobre el bote de los gritos, un método divertido y casero que les ayudará a desahogarse sin hacer un huracán en el lugar donde se encuentren.

Bote de los gritos herramienta casera

Aunque ellos no lo sepan, los críos atraviesan por varias emociones al día: tristeza, felicidad, celos, frustración, entre otras. Esto requiere que como padres les enseñemos a aceptar y controlar sus emociones, con herramientas sencillas que les hagan sentir comprendidos. Para esto te contamos sobre el método casero que les servirá no solo a los más pequeños de la casa, sino a todos los integrantes.

Paso a paso del bote de los gritos

1.Lo primero que debes hacer es tener a la mano un bote bien lavado. Tengan cuidado si es de vidrio, ya que al usarlo puede romperse y alguien podría lastimarse.

2.El siguiente paso es decorarlo de la manera que más les guste, puede ser con diamantina, pinturas de colores, papelitos o simplemente el frasco transparente con tapa. Recuerda hacer partícipe a tu hijo. Pueden usar stickers de sus personajes favoritos.

3.Pueden colocar una etiqueta o un letrerito donde se lea «Bote de los gritos», con el que tu crío identifique que este será su bote especial.



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¿Cómo funciona?

Este método de control emocional es ideal para los niños que están conociéndose y que muchas veces recurren a los gritos, el llanto o incluso a los golpes para desahogarse.  Entonces ¿cómo funciona este frasco? Pues cada que tu hijo tenga esa necesidad de gritar con todas sus fuerzas, le pediremos que abra su bote de los gritos y grite  dentro de él, todo lo que quiera decir. Esto lo ayudará a relajarse de inmediato.

Al terminar, le pediremos que cierre rápidamente el frasco, con el objetivo de que el enojo o el coraje no salga de ahí. Una vez que esto pase, la idea es que nos sentemos a hablar con el niño para que nos explique cómo se siente, evaluar qué fue lo que le provocó sentir eso y qué hubiera querido hacer o cómo hubiera reaccionado si no tenía el frasco a la mano.

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Claro está que como adultos tenemos que estar atentos a que acudan al bote de los gritos, antes de que estallen, esto con el objetivo de desviar su atención. Constantemente recuérdale que tiene esa herramienta a la mano y que incluso nosotros como adultos podemos usarlo para sacar eso que tanto nos incomoda.

El bote de los gritos es ideal para niños entre 6 y 10 años, pero si quieren probar desde antes, pueden hacerlo, el objetivo es darle herramientas emocionales con las que pueda identificar sus emociones y acuda al frasco antes de explotar, de tal forma que un día no lo necesiten.

Para aquellos que disfruten de dibujar o escribir, pueden hacerlo colocando el papelito dentro del frasco y si lo creemos pertinente, tiempo después sacar alguno para evaluar cómo se siente tiempo después con ese hecho.

Cuéntanos cómo te fue con esta experiencia y si a tu crío le ha servido su propio bote de los gritos.

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