Ahora que tu hijo nacerá, sugiérele a tu pareja pedir una o dos semanas de vacaciones pues requerirás apoyo extra en lo que te acostumbras a tu nueva faceta y aunque seas tú quien lo amamante, él puede apoyarte con otras labores igual de importantes.
Por ejemplo, cocinar, lavar ropa, pagar cuentas, recibir llamadas, organizar las visitas, entre otras. Respecto al bebé, podría cambiar pañales, bañarlo, sacarle el aire y cualquier otra actividad que te dé un respiro.
Ahora bien, es común que los hombres consideren la lactancia como algo “exclusivo de mamá y bebé” y que se sientan desplazados pero ¡no es verdad! Tu pareja puede y debe involucrarse en este proceso y para que participe:
- Vacía tu leche y déjalo alimentarlo. Así si debes regresar al trabajo, tu bebé habrá creado una conexión especial con su papá y aceptará el biberón
- Sugiérele que realicen actividades exclusivas. Bañarse, darle masajes o recostarlo sobre su pecho mientras toman una siesta, son buenas opciones
- Promueve los paseos solos. Incluso pequeñas salidas como ir a la tienda o a la farmacia sirven para que ambos se acostumbren a la presencia del otro. Llevarlo con un rebozo, los unirá aún más
- Apóyalo. Es cierto que el torbellino emocional te afectará más a ti pero mientras más te prestes al diálogo y la confianza, menos malentendidos tendrán
Si a pesar de que platiquen sigue teniendo dudas, acérquense a una consultora de lactancia, ella podrá apoyarlos y darles consejos prácticos para hacer de ésta, una etapa disfrutable.
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