El informe Panorama 2023 indicó que, pese a que se detuvo la tendencia al alza en el último periodo, los niveles de hambre en América Latina continúan por sobre las cifras de 2019 previo a la pandemia. Además, el 8,6% de menores de cinco años padece sobrepeso
Por tanto, hay que entender ciertas diferencias entre alimentación y nutrición. Porque no se trata de que los niños coman mucho o poco, si no que coman lo que nutre y lleven un buen balance.
Alimentación: la forma de proporcionar al cuerpo humano los alimentos que le son indispensables. Es voluntaria: somos nosotros quienes decimos que alimentos ingerir.
Nutrición: es el conjunto de procesos gracias a los cuales el organismo recibe, transporta y utiliza los nutrientes contenidos en el alimento. Es involuntaria: depende del organismo en sí mismo.
Ya sabiendo que la alimentación es un proceso voluntario y consciente, surge la siguiente pregunta: ¿cómo estamos decidiendo alimentarnos?
En el mundo tan acelerado en el que vivimos, nos hemos centrado a vivir en la comodidad y eso influye en el “cómo estamos decidiendo comer”.
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Cuando tenemos un antojo, la respuesta inmediata es abrir una lata, destapar una bebida, o calentar una sopa instantánea, que resulta una opción rápida pero solitaria. Más allá del impacto ambiental que representa la comida industrializada, el impacto en la salud se lleva la mirada y la preocupación del mundo entero.
México es el país número uno en sobrepeso y obesidad infantil (según la OPS) con la diabetes como segunda causa de muerte por encima del cáncer (según investigadores del CIDE).
De hecho, el Instituto Nacional de Salud Pública informó que para 2023, cerca de 800 millones de personas a nivel global sufren esta condición mórbida y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señala que cerca de 50 millones de personas adultas en México presentan sobrepeso u obesidad.
Esta situación ha llevado a la sociedad mexicana a cuestionar sus hábitos de consumo y alimentación en busca de una mejor salud.
Entre padres y madres de familia, vive un interés por la salud de sus hijas e hijos. Parte importante de sus responsabilidades es proporcionar alimentos saludables en porciones apropiadas, y el rol de las niñas y niños es decidir cuánto comer. Es por eso que resulta tan importante entender cómo y qué alimentos debemos ofrecer.
Aquí te damos 5 recomendaciones sencillas para nutrir a tus hijos:
Leo lo que como
Aprender a leer las etiquetas es bien importante, para saber que no te pasas de azucares añadidos (La OMS recomienda un consumo máximo de 4 cucharaditas de azúcar añadida en niños y niñas en edad escolar), de grasas saturadas (acuérdate que son las responsables de los problemas cardiacos y de la acumulación de grasa corporal), y sodio (añadir lo menos posible).
5 al día
Comer 5 frutas y verduras al día reforzara su sistema inmune, acuérdate que es importante fomentar el consumo en casa, puedes hacer tus platillos atractivos aprovechando que hay de muchos colores.
Del campo a la mesa
¿Te has puesto a pensar sobre el proceso de industrialización que pasan los alimentos antes de llegar a tu mesa?, explícale a tu hijo e hija sobre las propiedades que se pierden. Empiecen un pequeño huerto, acuérdate: ¡entre más natural mejor!
El agua que nos envuelve
Y tú que prefieres, ¿bebidas industrializadas o agua natural?, tomar 7 vasos de agua natural todos los días te hidratará de verdad, ¡puedes hacer infusiones con fruta natural y agua simple!
La emoción de los alimentos
Un gran problema en la obesidad ¿eres de los que come rápido? ¿o atado a los aparatos electrónicos? ¡tu hijo e hija te está viendo! Aprendamos a gozar los alimentos, a darnos el tiempo de comprar, preparar y masticar. Es un momento de convivencia y amor.
La obesidad infantil se puede prevenir y como papá y mamá eres el ejemplo de lo que le va a gustar comer, asegúrate de hacerlo bien y así ayudarás a su salud y a la tuya. Y ojo: no olviden hacer actividad física juntos.