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Tips para no pelear tanto con tu hija adolescente

Antes de gritarle, piensa que tú también fuiste adolescente.

mama peleando con su hija
A medida que tu hija va creciendo, las peleas serán cada vez más frecuentes. No podemos decirte que jamás van a volver a discutir, pero si sigues estos tips para no pelear tanto con tu hija adolescente y terminar diciendo cosas que las puedan lastimar, llevarán una relación más armoniosa.

Los tips para no pelear tanto con tu hija adolescente están basados en el libro En realidad no me conoces, de la psicóloga Terri Apter

  • Lo primero que tienes que hacer es dejar de gritar y echarle la culpa a tu hija. Intenta ver el problema objetivamente, desde los dos puntos de vista.
  • Analiza tus reacciones. Cuando empiecen a discutir intenta escucharte, así descubrirás qué tan seguido realizas un acto de coerción, evades una pregunta y menosprecias las defensas o excusas de tu hija.
  • Para no pelear tanto con tu hija adolescente, evita darle demasiada importancia a la “actitud” o “falta de respeto” que muestra ella al tratar un asunto con ella. Permítele que salga de la habitación o que haga una mueca y azote la puerta, quizá es una forma de controlar su enojo. Esto no significa que no te respeta o que te odia.
  • No intentes arreglar las cosas cuando aún estás enojada. Fisiológicamente, todavía te encuentras en un estado de ira y es probable que tu cólera estalle de nuevo cuando tus planeados procedimientos de paz fracasen.
  • La experiencia de los arranques adolescentes es tan traumática para tu hija como lo es para ti. Recuerda que la forma en que manejes tu enojo será decisiva para la solución del conflicto.
  • Para evitar pelear tanto con tu hija adolescente, cuando hables de lo sucedido, evita una descripción detallada. Deja a un lado los insultos que ambas dijeron, no importa si son mínimos.
  • Habla con voz suave. Uno de los tips para no pelear tanto con tu hija adolescente también es evitar los movimientos de manos también pueden parecer agresivos, así que mantenlos a un nivel mínimo.
  • No veas la reconcilación como la forma de comprobar tus argumentos anteriores. Tampoco relaciones la disculpa con la derrota. “Perdón por haberte molestado” es diferente a decir “Perdón: estaba equivocada”.
  • Cuando tu hija parezca tranquila, intenta una aproximación física. Si no puedes acariciarla o hacer contacto con ella, mantente cerca, pero evita tocarla.
  • Cuando ella sea honesta y abierta, reconócelo. A veces el mejor premio es aceptar la opinión de una hija y decirle algo como: “Me dio gusto que hayas dicho eso”.

Antes de pelear con tu hija, toma en cuenta lo siguiente para evitar daños durante la discusión.

Explica tu enojo: por ejemplo, dile que estás preocupada por su desempeño escolar y necesitas que ella demuestre consideración o responsabilidad ante los demás. Concéntrate en esto más que en el carácter, actitud o valores generales de tu hija.

Si ella te amenaza: interrumpe la discusión, pero no formules contra amenazas. “Si haces eso,  lo lamentarás” son ejemplos de control por dolor que conducen a la intensificación de las hostilidades.

Muchas veces las relaciones con los hijos no son fáciles, pero al final el amor que les tienes debe ayudar a buscar la forma de acercarte a ellos y evitar que los conflictos dañen este vínculo tan especial. Escucha a tu hija  y recuerda que alguna vez tú también fuiste adolescente.



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