Durante las fiestas llega la idea de “cumplir”. Cumplir con la familia, con la pareja, con los hijos, con las tradiciones. Pero pocas veces alguien pregunta cómo quedaste tú después de hacerlo todo.
Por qué el bajón emocional es tan común
Primero, hay un factor físico. Dormiste menos, comiste diferente y estuviste en alerta social constante. Eso impacta directamente en el estado de ánimo.
Además, el cerebro vive una caída de estímulos. Pasas de días intensos a la rutina normal. Ese contraste puede generar tristeza, irritabilidad o sensación de vacío.
Por otro lado, muchas mujeres cargan con el trabajo invisible de las fiestas. Planear, organizar, anticipar necesidades y mediar conflictos agota más de lo que parece.
Señales de que necesitas recuperarte (no solo descansar)
- Te sientes irritable sin razón clara.
- Todo te abruma más de lo normal.
- Te cuesta disfrutar cosas simples.
- Sientes culpa por querer estar sola.
Cómo recuperarte emocionalmente
Primero, baja el ritmo sin justificarte. No necesitas “merecer” el descanso. Dormir más, decir que no a planes y reducir estímulos ayuda a que el sistema nervioso se regule.
Después, nombra lo que sientes. Ponerle palabras al cansancio emocional reduce su intensidad. Puedes escribirlo o decirlo en voz alta, sin corregirte.
Luego, devuelve el foco a ti. Retomar pequeñas rutinas personales —leer, caminar, hacer ejercicio suave— ayuda a recuperar sensación de control.
También es clave ajustar expectativas. No tienes que empezar el año con energía máxima ni con metas claras. Estar estable ya es suficiente.
Evita minimizar lo que sientes con frases como “ya pasó” o “no es para tanto”. Eso suele alargar el malestar.
