Para eliminar el cáncer existen diversos tratamientos. Uno de ellos es la quimioterapia, que es un tratamiento sistémico. Esto quiere decir que los medicamentos que se usan en ella viajan a través de la sangre por todo el cuerpo. Como consecuencia, puede dañar o destruir células normales como las que se encuentran en la médula ósea, pelo y en el revestimiento del tubo digestivo
Uno de los efectos secundarios de la quimioterapia puede ser la pérdida temporal del pelo porque el tratamiento acaba con los folículos o raíces. Éste puede volverse extremadamente sensible y provocar molestias que provoquen que no quieras ni que te toquen. Para evitar este problema, y de paso hacerte sentir segura si perdiste parte de tu pelo, una buena opción es comprar una peluca oncológica durante y después el tratamiento.
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Las pelucas oncológicas son elaboradas de forma especial. Cuentan en su base con un material muy delicado para no lastimar el cuero cabelludo que se vuelve muy sensible tras una quimioterapia. La forma para hacerlas es minuciosa:
- Primero, se realiza una selección y se remueve todo el pelo que mida menos de 5 centímetros de largo
- Después, el pelo seleccionado se lava y se deja al sol para que se seque
- Posteriormente se procesa y se forman colas de pelo del mismo tamaño y color. Con ellas se fabrican cortinas de pelo que se cosen a un gorro muy suave que no lastimará el cuero cabelludo
- Finalmente, se teje la parte superior de la peluca pelo por pelo para que se vea más natural
- Ya que está lista, se lava, se peina, se empaca y se entrega
Existen en el mercado pelucas convencionales que no son las apropiadas para estos casos, pues están diseñadas para otros usos como disfraces o cambio de imagen. Si requieres usar una, ten cuidado porque puedes encontrar pelucas comunes que las llaman oncológicas sin serlo: no tienen ninguna cualidad diferente de una peluca tradicional. El uso de pelucas comunes en personas con tratamiento quimioterapéutico ocasiona muchas molestias, pues el diseño y peso de los materiales los transforman en artefactos que resultan incómodos, notorios e inseguros.
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Es importante mencionar que, una vez terminando el tratamiento de quimioterapia, el pelo se regenera en su totalidad, pero puede cambiar la textura o crecer en mayor cantidad adoptando otra apariencia o brillo. No olvides que es necesario complementar tu alimentación con vitaminas A y E ya que ayudan a restituir las células afectadas que producen pelo.
Anteriormente, no se encontraban en el mercado pelucas diseñadas especialmente para las niñas y niños. No había postizos que reunieran las mismas cualidades y ventajas que los de adultos, pero ahora ya es más fácil encontrarlas:
- Tienen menor cantidad de pelo
- Imitan la naturalidad infantil
- Se fabrican en diferentes tamaños
- Son para distintas edades
Dónde conseguirlas
Capilartes se encuentra en Homero 432, Col. Chapultepec Morales, D.F.
Figuero se encuentra Leibnitz # 1 Int. 303 Col. Anzures México, D.F
Pelucas Elisele se encuentra en Plaza Universidad Local L-3 Pablo Neruda y Patria, Villa universitaria en Guadalajara Zapopan, Jalisco
Antes de comprar
- Consulta con tu médico: No todos los tratamientos causan la caída del pelo
- Si es muy probable que se te caiga sólo una parte, consigue una receta de una «prótesis de pelo» para tu seguro (la mayoría de compañías aseguradoras cubren la necesidad de pelucas por razones de salud)
- Pregunta qué es lo que puede ayudarte a conservarlo, o si existen tratamientos naturales que no afecten el médico
- Toma el camino corto: aún si siempre has usado el pelo largo, un estilo corto es una de las mejores decisiones que podrías tomar durante tu tratamiento. La gravedad jala con más fuerza el pelo largo y es probable que se caiga más rápido. El pelo corto cubre mejor la caída al principio y hace menos desorden cuando se cae
- Si decides comprar una, recuerda guardar un buen mechón para guiarte cuando vayas a comprarla