De la alegría y el disfrute poco tengo que decirles, pero sí quiero compartirles algunos aspectos relevantes a fin de que estén lo mejor prevenidos posible ante lo que pudiera surgir.
Aprendan a sobrevivir a las etapas que toda pareja con hijos vive
Antes del nacimiento
Cada uno tiene una historia de vivencias, aprendizajes y expectativas que se fueron conformando a través de la propia familia. Visiones distintas, creencias que toman por ciertas y maneras “correctas” de realizar las cosas.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
Lo positivo
La ilusión, el amor y los cuidados con que comparten la espera.
Lo complejo
- Lo que saben acerca de lo que un “buen padre” o “buena madre” debe hacer porque eso determinará su actuar que no siempre resulta útil
- Los conflictos por el estrés que genera el embarazo, los cuidados y la incertidumbre; el estrés vuelve a las personas más irritables que razonables
- La intervención de sus familias de origen con consejos directos y muchas veces invasivos
Qué hacer
- Conversen sobre sus opiniones acerca de lo que significa la paternidad y conciliarán diferencias
- Apóyense en fuentes de información fiable (libros, especialistas, revistas) además de lo que aprendieron de la tradición familiar
- Adquieran herramientas para el manejo del estrés y las emociones. Todo cambio implica un proceso de adaptación que consume recursos emocionales y psicológicos
- Busquen el apoyo de los suyos pero mantengan límites claros en sus intervenciones
- Pidan ayuda, mas no permitan intrusiones, se valen los consejos pero no como “la única verdad”
- Aprendan a mantener las discusiones cortas, focalizadas en el problema y siempre pensando en soluciones
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La llegada
0 A 1 AÑO
Quizá aquí surgen los cambios más dramáticos y radicales: las largas conversaciones con vino, la libertad de seguir un impulso o mirar juntos la TV es algo que, por un buen rato, dejará de ocurrir tan asiduamente.
Lo positivo
- La emoción y orgullo de convertirse en padres
- El nuevo sentido de vida y trascendencia a través de un hijo
- La experiencia de una nueva dimensión de amor incondicional
Lo complejo
- Las renuncias a algunas libertades, viajes, trabajos, carreras y convivencias con su compañero
- El cambio de roles: si dejas de trabajar ahora él es quien debe proveer o tú experimentas mayor estrés por la sensación de responsabilidad; hay un desbalance del poder económico
- Los miedos antes desconocidos acerca de la salud y seguridad de su primogénito, la estabilidad financiera y a no estar haciendo “bien” las cosas
- Los cambio de hábitos y rutinas como sueño interrumpido y de baja calidad reparadora
- Las exigencias agregadas pues los nuevos deberes implican ansiedad y cansancio
- La frustración cuando no se pueden “leer” las necesidades del recién o cuando “nada de lo que hacen parece funcionar”
- La vida sexual y de pareja pues el agotamiento desmotiva el acercamiento íntimo así como el resentimiento hacia el otro pues no está colaborando equitativamente o no está involucrado
- Los pocos espacios de tiempo libre sirven para repartir quejas y reclamos
- Las familias pues es cuando suelen haber más intromisiones que si bien son con el afán de ayudar, causan más conflicto entre ustedes
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Qué hacer
- Al inicio es casi imposible, pero impidan que el recién llegado se convierta en el único eje sobre el cual giran; recuerden que su nuevo papel no es reemplazo del anterior sino complemento y ambos son igual de sustanciales
- Reserven tiempo libre para ustedes de manera regular, al menos una vez por semana; un momento donde puedan estar sólo los dos sin conversar acerca del niño, sino de su relación; no hablen de quejas pero sí de lo que aprecian o les gusta. Respeten ese lapso; no es una actividad opcional, sino necesaria
- Estudien sus conceptos de equidad y justicia para que si a alguno de los dos le resulta menos fastidioso levantarse a media noche, sea quien lo haga por acuerdo mutuo. Usen sus talentos y preferencias naturales para colaborar
- Habitúenlo a ciertas rutinas domésticas como dormir en su cuna y apagar la luz, lo ideal es que se alternen para que sepa que puede hacerlo en compañía de ambos
- Programen un momento donde conversen acerca de cómo se están sintiendo, los problemas que surjan y acuerden estrategias para resolverlos. Ocupen 20 minutos. No más, no menos
- Cuando tengan reclamos o quejas:
- Hablen de lo que les gustaría que pasara, no de lo que aborrecen que esté pasando
- Háganlo en plural; el conflicto es de los dos
- Formulen peticiones claras, no las dejen a la adivinación o al sentido común
- Escuchen las objeciones de cada uno sobre lo que solicitan y busquen el mejor arreglo posible
- De sus familias acepten el apoyo si es necesario pero no toleren una invasión doméstica
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La preinfancia
1 A 3 AÑOS
Empieza a hablar, correr, controlar esfínteres e identificar emociones; es más posesivo y aparece la angustia de separación. Los berrinches son reacciones a la frustración de no obtener lo que quiere al instante y aprende pronto a presionar a los padres con ellos. Enseñarlo a manejar el fracaso, tolerándolo, es fundamental.
Lo positivo
- Atestiguar sus primeros logros, palabras, pasos y juegos
- Ver cómo se identifica con nosotros, nos necesita y se consuela con nuestra presencia, ¡nos hace sentir importantes y amados!
- Se vuelven más estables sus rutinas de sueño
- Llega la bendición de que usa el WC
Lo complejo
- Discusiones por la forma de disciplinarlo o arrojar culpas en el otro porque “no sabe educar”
- Ceder, por desesperación o culpas, a los chantajes y berrinches del menor
Qué hacer
- Formulen pactos sobre el modelo de educación y la reacción unificada que tendrán hacia las rabietas, con ello nulificarán la posibilidad de que utilice estas herramientas como armas y genere bandos entre ustedes
- Utilicen la VARA para recordar los cuatro objetivos centrales en la relación de pareja y ver cuál está faltando para enmendarlo:
- Vivir
- Amar
- Reír
- Aprender
La primera infancia
3 A 6 AÑOS
Su hijo es más independiente en ciertas rutinas y experimenta una etapa “romántica” con el padre del sexo opuesto. Surgen los miedos infantiles (oscuridad, fantasmas), hacen uso de la fantasía (amigos imaginarios) y descubren el orgullo o la vergüenza en sus logros y fallos. Se comparan con sus pares y surge la competitividad.
Lo positivo
- Momentos de grandeza y fascinación durante los festivales y las estrellas en la frente
- Se liberan cargas domésticas si lo han responsabilizado de ciertas instrucciones de colaboración y auto cuidados
- Ya no está presente en todos los momentos del día y esto trae espacios para el relajamiento y la paz
Lo complejo
- Se incrementa la resistencia a ciertas reglas ante las cuales se rebela u opone de manera deliberada
- Surge el hábito de mentir o inventar historias lo cual es parte del proceso normal del desarrollo
- Quizá ha llegado o está en camino su primer hermano y la espera se amalgama con el reporte diario de quejas sobre la conducta del primogénito
Qué hacer
- Acuerden sin la presencia del niño, límites, conductas y sistemas que no son negociables. Para él, es crucial la consistencia en el actuar de ambos, pues le da certeza y seguridad aun cuando el sistema puede no gustarle
- Olvídense de las alianzas secretas entre él y uno de los grandes para evitar que “el otro se enoje si se entera”. Debe entender que mamá y papá no hay secretos
- Busquen balancear los tiempos y establecer términos claros en cuanto a los roles: “Tu papá/ mamá es mi pareja y tú eres nuestro hijo. Ambos te amamos, pero también necesitamos un tiempo a solas”
- Establezcan el siguiente ritual en cuanto uno de los dos llegue a casa, ya sea del trabajo o las actividades:
- Dense la bienvenida con un beso y un abrazo
- Boten momentáneamente distractores como la tele o los celulares
- Conversen unos minutos acerca de su día, de aquello que les gustó, de lo que no y al final hablen de qué hay que resolver (no más de dos asuntos por día) háganlo mucho antes de irse a la cama
- Terminen haciendo algo juntos. una cena rica o un rato de un buen programa para comentar (las noticias no cuentan)
La intervención de sus familias de origen con consejos directos y muchas veces invasivos hace que se sientan estresados, manténganlos a raya
Etapa escolar
6 AÑOS EN ADELANTE
Asiste a la escuela formal. Se ha vuelto más sociable y autónomo. Empiezan ahora sus responsabilidades escolares y con ellas, nuevas dimensiones de cuidados y disciplina.
Lo positivo
- El inicio de una etapa de satisfacciones
- Idealmente, uso del lenguaje más que de los berrinches para expresar necesidades y desacuerdos
Lo complejo
- La vida familiar puede empezar a girar en torno de las actividades escolares y extra matriculares
- Estrés constante por las tardes largas corriendo de un lugar a otro para que cumpla con todas sus diligencias, haga la tarea y se duerma a una hora decente
- Para este momento muchas parejas han caído en conductas automáticas y prácticas que debilitan los lazos por la monotonía que generan
Qué hacer
- Impidan que la familia se vea secuestrada por los movimientos infantiles. El niño, como todos dentro del núcleo, requiere adaptarse a las tradiciones y no al revés
- No saturen sus días; recuerden que se reunirán con su compañero por la tarde/ noche y quizá no tengan energía o ánimos para conversar o incluso para alimentar su intimidad.
- Sigan al tanto de sus cuerpos, arreglo personal y actos románticos
- Pregúntense mutuamente qué los hace sentirse amados, respondan de manera concreta y con ejemplos, no usando un chantajista “si me quieres deberías saberlo”
- Cuiden la calidad de las relaciones sexuales, busquen la secuencia: romance-sexo-romance y no: acostarse-sexo-dormir
- Retomen sus planes juntos. Piensen que los niños crecerán pronto y que, además de disfrutarlos, con fortuna acabarán viviendo otra vez solos y que lo que hoy hacen por la relación es lo que mañana encontrarán en ella cuando el nido esté vacío
Es bueno recordar que, si se quiere proveer a los hijos con lo mejor de la vida, esto empieza por tener una familia cariñosa, protectora y estable a través de una buena convivencia de pareja, a la cual cada uno quiere seguir perteneciendo por el resto de su vida.
Mario Guerra es psicólogo, psicoterapeuta y conferencista nacional e internacional en temas relacionados con el desarrollo humano, la pérdida y las relaciones de pareja. Consúltalo en marioguerra.mx.