¿Crees que tu hijo no debería ver el Juego del Calamar?
Ana María Arizti Psicoterapeuta Gestalt por el Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt, explicó que esta serie contiene sentimientos que se van desarrollando como avaricia, la traición, la codicia, la gula, diferencias sociales, pobreza, triunfo, sexo y miseria, además de muchísima violencia.
El problema de que los niños y adolescentes la vean, es que no solo se querrán quedar con lo que ven en la pantalla, sino que querrán jugar el juego, comprar el videojuego o consumir todo lo que se venda referente a la serie.
¿No debería ver el juego del calamar?
La especialista Arizti explicó que la mejor opción es no negarle a nuestros críos, la oportunidad de verla ya que, «en el momento en que le negamos algo, se vuelve mucho más adictivo«. Pero entonces ¿tu hijo no debería ver el juego del calamar? Ana María explica que lo que podemos hacer es reflexionar con ellos. «No quiere decir que tu hijo debe verla por moda o porque sus amiguitos ya la vieron».
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«Existen las drogas y no por eso debe probarlas», aclara. Tenemos que cuestionarlos inteligentemente para que ellos decidan si deben verla o no. «A la mejor te suena absurdo porque pensarás que tu hijo no sabe regularse, pero debemos cuestionarlos para generar en ellos emociones y decidir si consumirlo o no».
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«Generalmente cuando algo es prohibido y adictivo, generamos adrenalina de algo que se tiene a la expectativa y que en la película (así como en los videojuegos) se tiene que ir pasando de niveles y esto genera una emoción en los que vemos la serie. Sin embargo, esto es peligroso porque nuestro cerebro no distingue si somos nosotros o el personaje el que está pasando por esa prueba y esto genera una gran formación de adrenalina y estrés, provocando que la serie no sea suficiente y queramos llevarlo a cabo«, menciona.
Es aquí cuando hablamos de tener precaución y un motivo de por qué tu hijo no debería ver el juego del calamar; sin embargo, «para que esto pase, tendríamos que tener excelente relación con nuestros hijos porque será natural que nos quiera llevar la contraria o simplemente te den el avión».
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Entonces, lo primero que tendríamos que cuestionarnos es ¿qué tan buena es nuestra relación con nuestros hijos? Si un adolescente me admira o cree en mí, es más fácil que nos haga caso. Pero si todo el tiempo estamos peleando con ellos, es normal que nos lleve la contraria y que la vea.
Arizti recomienda que tu hijo no debería ver el Juego del Calamar a menos que la vean contigo y posteriormente hagan un análisis profundo de lo que entendieron y los aprendizajes que les dejó. Debemos preguntarle: ¿tú te quedarías en el juego?
A lo mejor es necesario entender que las escenas que se ven, no son una fantasía. Hoy en día, la violencia es parte de nuestras vidas; también la competitividad y la idea de que «hay que jugarse la vida todos los días», estar estresado todo el tiempo.
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Si nosotros no queremos que nuestros hijos vivan así o no queden tan marcados por la violencia, lo ideal es que su infancia esté formada de más momentos felices ya que estarán mejor capacitados para enfrentar la violencia cuando sean adultos.
Ana María Arizti explica que lo mejor es que como padres estemos informados y capacitados para hablar con nuestros hijos con argumentos válidos. No desde la prohibición sino desde la conciencia.