Es probable que estés tomando una postura sin darte cuenta, especialmente si eres papá primerizo. Identifícalas y aprende a administrarlas.
Cómo son los papás primerizos
Papá entusiasta:
- Generalmente se siente ansioso por aprender y pide ayuda a su compañera, especialmente para después poder emularla en las labores del hogar.
- Se involucró desde el embarazo y hasta en el parto, y no aceptará un papel de segundo rol en el cuidado del bebé. Pocas veces tiene problemas con su pareja sentimental en los asuntos que conciernen al recién llegado.
Papá proveedor:
Cree que la maternidad es un asunto de mujeres y, aunque quiere a su hijo, deja todo el trabajo incómodo –como cambiar pañales o tranquilizarlo– para la mamá, ya que considera –y es una buena preocupación– que él debe concentrarse únicamente en el aspecto económico para proveer a su familia.
Para este tipo de papá es importante que cuando el hijo ya creció no requiera tantos cuidados, el padre buscará acercarse más. Sin embargo, esta actitud acarrea un poco de problemas, especialmente con la nueva tendencia: el papá siempre será comparado con el papá entusiasta.
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Tipo de Papá preocupado:
Este tipo de papá intenta involucrarse, pero lo agobian el presente y el futuro. Durante el parto estaba aterrado por su esposa y ahora que tiene al bebé, le obsesiona que algo vaya a salir mal.
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Desde la salud hasta los estudios del bebé en la universidad, el papá preocupado no puede dormir bien por lo que él percibe como una abrumadora responsabilidad sobre sus hombros, sin espacio para ningún error.
Papá estrella:
Presume a su bebé en todos lados y muestra un orgullo desmedido. Cree que su bebé balbucea mejor que el de sus amigos y critica los cuidados de su pareja, a pesar de no involucrarse mucho en las verdaderas labores.
En el futuro, el papá estrella podría sofocar a su hijo con expectativas: la mamá tiene que hacerle frente antes de que esto suceda y dejarle claro que la crianza es asunto de dos.
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Tipo de papá despistado:
Aunque puede que sólo sea una fase, el papá despistado está agobiado por la presencia del bebé, pero pretende no estarlo, al grado de querer conducir su vida como antes de la llegada del niño.
Esto traerá problemas entre la pareja, pues parecerá que papá despistado quiere evadir a su hijo: en realidad está nervioso. La mamá debe buscar relacionar al papá distraído con el bebé, y una vez que vea lo fácil que es amarlo, no se le despegará.