Que los niños le digan por su nombre a las partes íntimas podría salvarlos
¿Desde cuándo debemos enseñarle a hablar correctamente al niño? Es muy importante hacerlo desde siempre, en especial en nuestra época. Esto obedece a muchas razones:
«Lo primero que se me ocurre es que cuando le dices de forma extraña a los genitales, él debe pensar “mi mamá está loca”. La nariz se llama nariz, los brazos se llaman brazos, ¿por qué al pene le decimos pene o pajarito?«, comenta Nancy.
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La importancia de que los niños le digan por su nombre a las partes íntimas es porque al hacer lo contrario, el mensaje que das es que hay algo extraño con estas partes del cuerpo. «Muchas veces puede ser interpretado como algo sucio o vergonzoso». La realidad es que, para muchas personas decir vagina, pene, vulva, se ponen nerviosos, rojos o ni lo pueden pronunciar. «Si el adulto no lo supera y le pone nombres erróneos, le manda mensajes al niño que lo confunde».
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Es como la pregunta de ¿cuándo debes decirle a un niño que es adoptado? la respuesta es desde siempre. Lo mismo en este caso, porque el niño lo va a saber por alguien más y le puede dar un mensaje erróneo.
Una buena forma de hacerlo es a la hora del baño. Cuando lo estamos bañando podemos irle nombrando las partes del cuerpo: “Te vamos a lavar tu pene o tu ano”. Es importante nombrar cada cosa de manera adecuada, incluso por seguridad…¿por?
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«En cualquier momento el niño puede ser víctima de un ataque sexual. Si un niño está atravesando por esto y no conoce el nombre correcto de sus partes del cuerpo, se le dificultará comunicarse con sus padres para hacerles saber que alguien ha violentado cierta parte o que le está pidiendo que le enseñe el pene o los senos o lo que sea, porque el niño no sabrá de qué le están hablando.
Otra de las cosas que comentó Nancy, fue el uso de la palabra “colita». Así le decimos al peinado y también a la vulva o al ano. En caso de abuso sexual, si la niña dice “me agarraron la colita”, no sabremos de qué parte nos están hablando. Por eso es importante decirles correctamente cómo se llama cada parte.
Si algo le duele y va a consulta, el niño no sabrá expresar qué parte le duele o le arde. Hay que nombrar exactamente cómo se llama qué. Más aún en este mundo donde la información le llega por todos lados y a través de la tecnología no siempre se hará de manera correcta. Como padres hay que informarse para transmitirle correctamente los hechos, ya que siempre le llegará y no será de una manera suave.
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La psicóloga comenta que si no sabemos cómo hacerlo, siempre nos podemos apoyar de otras herramientas, como lo libros, videos e ilustraciones. «Al utilizarlas, hay un intermediario entre el padre y el hijo y entonces disminuirá la pena que podemos llegar a sentir».
Recalcamos que el hecho de que los niños le digan por su nombre a las partes íntimas y evitar que le ponga nombres graciosos, rompe con la tendencia a crear una imagen graciosa y hasta vergonzosa a su cuerpo. Situación que los lleva a menospreciar y no valorar su cuerpo.
«Cualquier momento es una oportunidad de aprendizaje para tus hijos, en el baño, cuando cambian un pañal en el WC público. Siempre hay que ser directo con ellos», finaliza Nancy Steinberg.