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15 formas para responderle a tu hijo, cuando te contestan mal

Si se pone rebelde y contestón, antes de perder el control, revisa estas formas para responderle a tu hijo con resultados efectivos.

Los niños son personitas muy interesantes a las que adoramos, pero también es cierto que en ocasiones pueden hacerte sentir frustrado, enojado y furioso. Y esto se aplica más cuando le das una orden y que no te obedece, pone los ojos en blanco o te responde de forma grosera. Para aprender a lidiar con eso, te dejamos 15 formas para responderle a tu hijo.

Formas para responderle a tu hijo de manera asertiva

Entonces, ¿qué puedes hacer y cómo puedes responderle a tu hijo ante estas situaciones?, te voy a compartir estas 15 formas en que podrías hacerlo, pero antes te quiero compartir algo:

Nunca, pero nunca lograrás controlar que tu hijo haga lo que tú quieres, como en situaciones de ir al baño o dormirse.

-Los pequeños deben aprender sobre las reglas que son necesarias para ellos, o sea que es por su bien.

-Es importante que las reglas sean congruentes, coherentes y que enseñes con el ejemplo.

Después de esta pequeña introducción, revisa qué formas para responderle a tu hijo pueden ser útiles para ti:



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1. Si tu hijo te dice: “No me quiero lavar los dientes”. Le puedes responder, “vamos a lavarnos los dientes, ¿qué te parece si lo hacemos al ritmo de … (canción favorita de tu crío).

Explicación: “Hay bichitos que entran en tus dientes y van a hacer que te duelan, para que se vayan vamos a lavarlos”.

2. Si tu hijo te dice: “No quiero irme a dormir”. “Vamos a hacer algo especial cada noche, jugamos 15 minutos o leemos tu cuento favorito, así terminamos el día contentos y con abrazos”.

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3. Si tu hijo te pone los ojos en blanco. ¡No reacciones con furia o amenazas! Eso no lo ayudará a que reaccione de mejor forma. “Puede que no te guste mi orden, pero aunque así sea tienes que obedecerme, puedes decirme lo que sientes, te escucho; aún así debes hacer lo que te dije:”

4. “No quiero hacer la tarea”. Esta es una de las grandes dificultades que tienen todas las madres y padres con los hijos, cuando se niegan a hacer sus labores escolares y que ahora en este tiempo de pandemia, el problema se ha agudizado.

Puedes decirle: “Me gustaría que me dijeras porque no quieres hacerla y que pensemos juntos como podemos resolverlo. ¿Estás cansado?, ¿te aburre?, ¿te asusta no hacerla bien?, ¿no entiendes lo que tienes que hacer?, ¿te sientes ansioso?”.

Dale opciones: “diariamente a la misma hora de 4 a 5 harás tu tarea, esa es la hora de trabajo, después tienes media hora para que te relajes y si te falto tienes otra hora para terminarla. Yo te voy a ayudar, pero tienes que pensar en como resolver tus tareas”.

5. “No quiero comer”. Otra de las frases que nos ponen los pelos de punta, a muchas madres les asusta que llegue la hora de la comida por temor al rechazo de su hijo a la comida.

Puedes responder, pero te recomiendo que averigües si algo le molesta, si esta enfermo, triste, enojado y por favor, jamás lo obligues a comer.

Llego la hora de comer, es un tiempo especial, ayúdame a poner la mesa y luego vamos a sentarnos para platicar dos cosas lindas que nos hayan ocurrido hoy”. Si tu hijo es muy pequeño, puedes cantarle, contarle un cuento y darle la oportunidad de tocar y jugar con su comida. Eso les encanta.

Por otro lado: Formas en las que se comunica tu hijo: no todo son berrinches

6. Si tu hijo te grita. No respondas con gritos, porque así se empeora las cosas, respira profundamente, cálmate y luego puedes decirle: “no me debes faltar al respeto con gritos, si estás molesto, puedes decírmelo con palabras, dime que te ocurre, yo te escucho. Debes pedir una disculpa y respirar antes de gritar, después me dices lo que sientes”. Espero que esta te sirva una de las formas para responderle a tu hijo.

7. ¡Esta teniendo una pataleta! Esto es uno de los grandes retos como padres, pero si mantienes el control, podrás ayudarlo a que se calme.

“Sé que quieres seguir jugando, en vez de meterte a bañar, estás enojado, pero tienes dos opciones: jugamos y cantamos mientras te bañas y te pones fresco o sigues furioso y te bañarás sin disfrutar y enojado”

8. “Quiero dormirme con ustedes”. Que los niños aprendan a dormir solos, es otro de los grandes retos de los padres.

“Vamos a hacer un cuento de porque los niños y sus padres duermen en diferentes cuartos: los adultos duermen aparte por su intimidad y para platicar sus cosas. Tú tienes tu cuarto y cama para dormir y soñar y jugar con tus cosas de niño, eso te va a enseñar a sentirte mucho mejor y dormir más tranquilo”

9. “No quiero ir al baño”. Mamá, papá, te tengo una noticia, que tu hijo haga pipí o popó es algo que no puedes controlar, porque el control de esfínteres se refiere al manejo autónomo de su cuerpo. Así que se necesita que tú seas su roca, que no respondas con amenazas o rabia.

“Hijo, ahora vas a aprender a ser más grande, a que tu escuches a tu cuerpo, ¿qué te parece que cuando tengas ganas de hacer pipí o popó empieces a ver en que parte de tu cuerpo lo sientes, ¿te dan ganas de bailar?, ¿sientes cosquillas?, levanta el dedito y te voy a acompañar a ir al baño”.

Revisa: El secreto de por qué los niños japoneses no hacen berrinches

10. Tu hijo pega y muerde. Depende de la edad de tu hijo, pero los niños pequeños de 2 a 4 años tienden a demostrar lo que sienten de esta forma.

No lo humilles o lo avergüences, en vez de eso puedes decirle: “Acabas de morder, yo sé que sientes algo en ti que provoca que te enojes y muerdas y pegues, yo te voy a ayudar: a partir de ahora cuando sientas enojo, quieras pegar, gritar o morder, me vas a llamar o levantar tu dedito y yo te voy a decir respira, respira, respira hasta que te calmes. Poco a poco vas a aprender a calmarte”.

11. “No quiero ponerme esa ropa”. Si tu hijo no quiere ponerse la ropa que elegiste o bien desea ponerse la ropa que esta sucia, puedes decirle: “sientes enojo porque querías ponerte tu vestido rosa, pero está en la canasta de la ropa sucia. Puedes elegir entre el pantalón azul o la falda morada. Sé que estas desilusionada, pero esas son las únicas opciones”.

12. “Dije que quiero el teléfono, Ipad, juego, entre otras». Cuando tu hijo grita furioso de que desea ese aparato inteligente, puedes decirle: “tú tienes un horario para jugar, sé que deseas hacerlo ahora, pero tu tiempo es de 6 a 7 diario, ni más ni menos. Ahora se termino y debes respetar el acuerdo que hicimos, porque así diario podrás tener tu tiempo para jugar y disfrutar, sin problemas”.

Eso si te pido mamá y papá que enseñes con el ejemplo y antes de los 7 años o si puedes aún después a que tengan acceso a estos aparatos que son tan sobreestimulantes y que no estés  también horas y horas frente a este aparato.

13. “Tú no me mandas”. Conforme crecen los niños te van retando y van cuestionando tu autoridad. Antes de perder el control, conoce estas formas para responderle a tu hijo.

Puedes responderle: “Tí sí me obedeces, porque yo te pago todas tus cosas y dependes de mi, así que si te mando. Puedes molestarte de lo que te ordeno, pero puedes decírmelo o exponerme porque no estás de acuerdo. Pero no debes contestarme y faltarme al respeto”.

También: ¿Qué hacer cuando no quieres jugar con tu hijo?

14. “Quieres más a mi hermano (a) que a mi”. El argumento de que los quieres a todos igual no es el más afectivo, porque además no es real, puedes amarlo, pero hay hijos con los que uno se identifica más.

“Me gustaría que me dijeras porque sientes eso, voy a tratar de ser más justa, pero también es real que no los puedo tratar igual, porque tú tienes más años y tu hermano es menor, cada uno es diferente y los quiero como cada uno necesita, igual que tú quieres de forma diferente a tu papá, a tu abuela, a tus maestros. Cada quien tiene su lugar en mi corazón, eres el mayor y nadie te va a quitar el lugar de ser mi primer hijo”.

15. “Eres la peor madre- padre del mundo y te odio”. No grites, no te enojes, no amenaces.

“Estás muy enojado y cuando uno esta enojado dice lo primero que pasa por su cabeza, cálmate y cuando hayas respirado me vas a decir que sientes y porque te sientes así. Yo aquí estoy, cuando estés listo para hablar”.

Para terminar, te invito a que cuando respondas a tu hijo siempre valida sus sentimientos, trata de ver el mundo con sus ojos, mantén la calma y el equilibrio y jamás respondas para desquitar tu rabia y coraje.

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