Además, tiene como características principales: agotamiento emocional, despersonalización y disminución del desempeño personal.
Te podría interesar: ¿Qué es el síndrome del burnout?
Este término cobró más relevancia entre 2019 y 2020 después de la pandemia por COVID-19 y de ahí surge el término burnout o el famoso síndrome del «papá quemado».
Mamás con burnout o síndrome del «papá quemado»
La American Psychological Association (APA) dio a conocer que en 2018, la investigadora belga Isabel Roskam y algunos colegas desarrollaron una medida llamada Parental Burnout Assessment después de encuestar a más de 900 padres que habían determinado que estaban agotados.
Libro 90 respuestas claras para mamás novatas.
«El agotamiento es el resultado de demasiado estrés y la falta de recursos para hacerle frente”
En 2022 se llevó a cabo un reporte de la Universidad e Ohio para resaltar que las mamás con burnout o con el síndrome de «papá quemado» tendrán agotamiento constante porque los padres que trabajan no tienen suficiente apoyo.
The New York Times compartía una cita de Jennifer Yen, psiquiatra de UTHealth Houston:
“Al igual que con el agotamiento, el agotamiento de los padres se define como el agotamiento físico, emocional y mental debido a las exigencias del cuidado de los hijos”.
Te podría interesar: Me arrepiento de ser mamá
Etapas del burnout
Moïra Mikolajczak, investigadora belga citada por la American Psychological Association señalaba que:“el agotamiento es el resultado de demasiado estrés y la falta de recursos para hacerle frente”.
Además, dividió las etapas del burnout en cuatro principales:
Primera etapa: agotamiento abrumador y dependiendo la edad de los niños, los padres pueden tener exceso de cansancio físico, mental o agotamiento emocional.
Segunda etapa: distanciamiento, que lleva a que los padres dejen a sus hijos, desatendidos para lograr conservar su energía.
Te podría interesar: Señales de que tu hijo tiene mucho estrés
Tercera etapa: esta es, según Mikolajczak, de las más complejas, porque es el momento en el que los padres se arrepienten de maternidad o paternidad. Incluso, sienten pérdida de satisfacción en la crianza de sus hijos.
Es la etapa del burnout cuando los padres suelen decir frases como «amo a mis hijos, pero me arrepiento de ser mamá o papá».
Cuarta etapa: violencia, incluso el burnout suele terminar en esta consecuencia o en negligencia con los niños, esto aún cuando los padres se oponen filosóficamente a una crianza con golpes.
Los mismos expertos belgas aseguran que los papás piensan en «los padres que fueron, los padres que les gustaría ser y los padres en los que se han convertido»
Se recomienda que los padres estén atentos a signos como fatiga, irritabilidad, cambios en el sueño y ánimo.