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Soy una mamá perfectamente imperfecta y estoy feliz de serlo

¿Te quiebras la cabeza porque quieres que todo te salga perfecto? Te digo por qué está bien ser una mamá perfectamente imperfecta.

Es padrísimo ser mamá, pero la realidad es que muchas madres se encuentran en situaciones muy complejas y más en casa, cuidando a sus hijos, en el trabajo y atendiendo todo. Muchas nos frustramos porque no nos salen perfectas las cosas; sin embargo, aquí te explico por qué soy una mamá perfectamente imperfecta y cómo le hago para sentirme bien.

¿Por qué está bien ser una mamá perfectamente imperfecta?

He escuchado a muchas mamás y yo misma lo he hecho, diciendo que deben hacer lo mejor por sus hijos, que dejan a un lado sus necesidades porque tienen que ser perfectas.

¿Pero realmente existen madres perfectas? LA RESPUESTA ES NO, solo existimos madres imperfectas y eso querida mía, no tiene nada de malo, al contrario, los niños necesitan una madre real.

Te voy a dar 10 razones de por qué ser una mamá perfectamente imperfecta y está bien para tu crío:

1. Durante sus primeros meses de vida, pude identificarme con sus sentimientos.

A veces me costaba identificar lo que él sentía, pero poco a poco lo fui conociendo, tuve paciencia conmigo y con mi nene



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2. No amo a mi hijo todo el tiempo. A veces me fastidio de mi hijo, me enojo y me frusto. Admito que tengo estos sentimientos y no me castigo por tenerlos.

3. Le brindo la seguridad de que ahí estoy, pero que también podemos estar separados, a veces preciso estar sola o con mis amigos

4. Pido ayuda cuando lo necesito. No, no soy la madre que todo el tiempo este bien. Por eso si me canso, me fastidio; soy capaz de decir: ¡basta!. Trato de pensar que NO PUEDO CON TODO.

5. Tengo una historia personal y trato de separar mis conflictos personales, con los que tengo en mi relación con mi hijo.

6.Para mí, la palabra «no» es muy importante en la educación con mi hijo, le pongo límites, elijo las batallas que valen la pena y las que no.

7.Me equivoco muchas veces y cuando eso ocurre soy capaz de aceptarlo y pedir perdón a mi hijo. Quiero que aprenda que se puede aprender de los errores.

8. No abandono mi esencia de ser mujer. Y esto me hacer ser una mamá perfectamente imperfecta pero feliz.

9. No dejo fuera de mi vida mi relación de pareja, eso es una parte importante para mi.

10. No existe la madre perfecta, pero si escuchas a tu hijo y te escuchas a ti, descubrirás lo que realmente necesita de ti.

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