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Síndrome de la mamá tóxica: ¿existen las malas madres?

El mundo de la psicología rechaza el término “tóxico” y lo cambia a madres narcisistas, mujeres que no logran vincularse sanamente con sus hijos. Por el contrario, los dañan.

¿Se puede ser una mala madre? ¿Ocurre de forma consciente o inconsciente? ¿Por qué se juzga tanto a la mamá y no al papá? ¿Hay remedio para ello? Los expertos en comportamiento humano y crianza tienen las respuestas.

En principio: ¿qué es la maternidad?

La maternidad son los cuidados y enseñanzas que se le brindan a un hijo, los cuales pueden estar llenos de amor y confort, o no. Sin embargo, la maternidad, especialmente en los países latinos, está muy sobrevalorada. Es decir, la madre es una entidad llena de luz celestial, amor sin medida, entrega desbordante, sacrificio diario y perdón profundo.

Para una madre nada es imposible, logra todo para y por sus hijos.  “Incluso, si llegas a hacer un comentario negativo de una madre se desestabiliza la cultura y la sociedad en la que vives. No obstante, un varón puede no ser buen padre (y hay miles de ejemplos al respecto) y nunca será tan duramente juzgado como una mujer”, explica Pamela Luna, psicóloga clínica egresada de la Universidad de las Américas.

Sin embargo, hay que entender que la mujer también es un ser humano, como cualquier otro, tiene defectos, virtudes, errores y aciertos como los demás. Y, cuando es madre, no se vuelve mejor o peor persona, sino que simplemente ahora tiene que criar a uno, dos o más hijos.

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Madres narcisistas

La autora Karyl McBride en su libro “Madres que no saben amar”, (Ed. Urano 2013) explica que algunas madres son narcisistas y, como consecuencia, generan una mala relación con sus hijos, especialmente si son mujeres.



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Al respecto, el Manual Americano de Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSM, en sus siglas en inglés) describe el narcisismo como un trastorno de la personalidad, se presenta tanto en hombres como en mujeres.

Los afectados tienen los siguientes nueve rasgos:

  1. Tienen una idea grandiosa de sí mismos; es decir, exageran sus logros y talentos; y además, siempre son superiores a los de los otros.
  2. Están obsesionados con fantasías de éxito, poder, brillo, belleza o amor ideal ilimitados.
  3. Cree que son “especiales” y únicos. De alto estatus y, por ello, tratan a los demás mal.
  4. Exigen sutilmente admiración, reconocimiento y gratitud excesiva.
  5. Creen que están en su derecho a recibir atenciones y halagos de todos y en cualquier lugar.
  6. Se aprovechan de los demás (incluyendo sus hijos) para alcanzar sus logros y reconocimientos.
  7. Carecen de empatía; no están dispuestos a reconocer los sentimientos y necesidades de los demás ni a identificarse con ellos.
  8. Con frecuencia envidian a otros; o bien, creen que otros los envidian a ellos.
  9. Muestran arrogancia, actitudes o modales altaneros, incluso con sus propios hijos.

En general, los padres narcisistas “tiene una personalidad muy insegura y pequeña y para compensarla ‘expresan’ a los demás todo lo contrario, se creen grandiosos, maravillosos, poderosos, incluso creen que nunca se equivocan y, por tanto, requieren toda la atención y reconocimiento”, refiere la psicóloga Luna.

Ellas, más juzgadas

“En el mundo de la psicología no usamos la palabra tóxico, porque no es ninguna enfermedad o trastorno, sino que es un término común utilizado para evidenciar un problema. Lo que sí utilizamos es el concepto maternidad o paternidad narcisista, indica la psicóloga Luna.

“La personalidad narcisista suele diagnosticarse a partir de los 18 años y está presente tanto en varones como en mujeres, pero en las que son madres dicha personalidad tiene un alto impacto puesto que están a cargo, en un 95% de los casos, de la crianza. No así los varones narcisistas que no están tan cercanos a sus hijos”, indica la entrevistada.

La mayoría de las madres narcisistas no saben que lo son y cuando alguien les hace notar la situación, se sienten atacadas. En casos graves de narcisismo materno, conduce al abandono infantil, al maltrato, al nulo cuidado básico. Incluso, en casos más leves, los y las hijas crecen sintiéndose vacíos y desposeídos y tienden a la depresión, a la ansiedad y también al narcisismo.

Sin embargo, sí es posible rehabilitar a una madre narcisista, con una terapia individual y familiar se va ayudando a mejorar la relación con la hija. Además, hay que tener claro que la madre narcisista no es que no quiera a sus hijos es que tiene un trastorno de la personalidad y es incapaz de modificarlo sin la ayuda profesional»·, indica la psicóloga Luna.

La mamá es la figura central de apego

La mamá es la figura principal de apego con los hijos, sin importar si son varones o mujeres. Pero ¿qué ocurre cuando existe una madre narcisista? La psicóloga estadounidense y autora McBride, indica que una mamá con estas características no crea un vínculo sólido y amoroso con sus hijos. Por el contrario.

La mayoría de las mamás narcisistas no se dan cuenta que le están haciendo daño a sus hijos, incluso creen que son las mejores madres y ellas critican todas las decisiones de uno o de varios de sus hijos.

Por ejemplo, a la madre narcisista no le satisface nada “pues critica la personalidad, habilidades y acciones de sus hijos, los tacha de buenos para nada, de tontos, de poco atractivos o guapos.  Y cuando van creciendo, sigue la crítica negativa y, entonces, a la madre narcisista le molesta la carrera que eligió el hij@, su ropa, su pareja, cómo cría a sus hijos, el peso corporal de los demás, entre miles y miles de situaciones.

Pero son las hijas las más afectadas con la personalidad de la madre narcisista, puesto que el varón podrá aprender a vincularse (reflejarse) con otros varones (como el padre, los tíos, abuelos o primos) pero la hija buscará siempre el reconocimiento y la atención de su madre y es allí cuando la pequeña sufre, no se adapta al mundo y se siente muy vulnerable.

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Si como hija te sientes que no mereces cariño, que no eres lo suficiente buena para tal o cual cosa o persona, te sientes vacía y dudas de tus habilidades es porque tuviste o tienes una mamá narcisista. Pero recuerda que “debes tener la voluntad de hacerte responsable de tus emociones de adulto, no puedes victimizarte y también puedes ir a terapia para resolver esas situaciones”.

Bibliografía recomendada

Para conocer más de la “madre narcisista” existen diversos libros que pueden ayudarte a resolver dudas:

1. “Madres que no saben amar” – Karyl McBride

2. «Narcisismo. Guía de supervivencia” – Elizabeth Broks

3. «Madres Narcisistas. Cómo manejar a una madre narcisista y recuperarse del TEPT-C” – Caroline Foster

4. «Sobrevivir a una madre narcisista: cómo recupérate de tus heridas infantiles y por fin desplegar tus alas”. – Olga Fernández

5. “Queridísima mamá” – Joan Crawford

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